jueves, 10 de noviembre de 2011

El Clima.


El Clima

·         Introduccion
·         Clima *
·         El Clima En Venezuela *
·         Factores Del Clima *
·         Las Precipitaciones *
·         Zonas Climáticas *
·         Tipos De Climas *
·         Clima Ecuatorial *
·         Clima Tropical *
·         Clima Desértico *
·         Clima Templado *
·         Clima Mediterráneo *
·         Clima Chino *
·         Clima Oceánico *
·         Clima Continental *
·         Clima Polar *
·         Clima De Alta Montaña *
·         Mapas Climáticos *
·         Conclusión *
·         Fuentes De Información *
El clima es el estado medio de la atmósfera de un lugar determinado a base de los datos correspondientes a un intervalo de varias décadas. Dos de los elementos más importante en el establecimiento de un clima y las precipitaciones. Los factores prals. de que depende ambas magnitudes son la latitud, la altitud y la distribución de las tierras y mares de un lugar. Existen diversas clasificaciones de los climas según los datos a los que se atiendan para su establecimiento.
El Clima es el efecto a largo plazo de la radiación solar sobre la superficie y la atmósfera de la Tierra en rotación. El modo más fácil de interpretarlo es en términos de medias anuales o estacionales de temperatura y precipitaciones.
Las áreas de tierra firme y las marinas, al ser tan variables, reaccionan de modos muy distintos ante la atmósfera, que circula constantemente en un estado de actividad dinámica. Las variaciones día a día en un área dada definen su climatología, mientras que el clima es la síntesis a largo plazo de esas variaciones (ambas pueden considerarse subdisciplinas de la meteorología). El clima se mide por medio de termómetros, pluviómetros, barómetros y otros instrumentos, pero su estudio depende de las estadísticas. Hoy tales estadísticas son realizadas competentemente por ordenadores. Con todo, un resumen sencillo a largo plazo de los cambios climáticos no proporciona una representación exacta del clima. Para obtener ésta es necesario el análisis de los patrones diarios, mensuales y anuales. La investigación de los cambios climáticos en términos de tiempo geológico es el campo de estudio de la paleoclimatología, que requiere las herramientas y métodos de la investigación geológica.
La palabra clima viene del griego klima, que hace referencia a la inclinación del Sol. Además de los efectos de la radiación solar y sus variaciones, el clima siempre está bajo la influencia de la compleja estructura y composición de la atmósfera y de los mecanismos por los que ésta y los océanos transportan el calor. Así pues, para cualquier área dada de la Tierra, debe considerarse no sólo su latitud (que determina la inclinación del Sol), sino también su altitud, el tipo de suelo, la distancia del océano, su relación con sistemas montañosos y lacustres, y otras influencias similares. Otra consideración a tener en cuenta es la escala: el término macroclima hace referencia a una región extensa; mesoclima, a una más pequeña; y microclima, a un área diminuta. Por ejemplo, puede especificarse que un buen microclima para cultivar plantas es el que hay al abrigo de grandes árboles de sombra.
El clima tiene una gran influencia en la vegetación y la vida animal, incluyendo a los humanos. Desempeña un papel significativo en muchos procesos fisiológicos, desde la concepción y el crecimiento de los seres vivos hasta la salud y la enfermedad. El ser humano, por su parte, puede influir en el clima al cambiar su medio ambiente, tanto a través de la alteración de la superficie de la Tierra como por la emisión de contaminantes y productos químicos, como el dióxido de carbono, a la atmósfera.
Por su posición latitudinal ( 1o a 12o N), al norte de Sudamérica, Venezuela está bajo la influencia de la hondonada intertropical de bajas presiones ecuatoriales, donde convergen los vientos alisios del noreste y del sureste. Como consecuencia de la circulación general de la atmósfera, de diciembre hasta abril la mayor parte del país está afectada por la zona del alisio del noreste, donde se produce subsidencia de las masas de aire, que origina fuertes inversiones de temperatura a alturas de 1500 a 2000 msnm (inversiones del alisio). Por encima de esa altura, el aire carece por completo de humedad, por lo que el proceso convectivo de formación de nubes se ve muy limitado, produciendo así la temporada seca en Venezuela. La región norte del país se ve afectada con relativa frecuencia por perturbaciones de origen extra tropical, especialmente frentes fríos, entre enero y abril, que provocan precipitaciones dentro de la temporada seca.
Desde mediados de abril hasta noviembre, debido al desplazamiento gradual del sistema de presiones hacia al norte, el país está casi en su totalidad bajo la influencia de la zona de convergencia intratropical, franja de muy intensa actividad covectiva (formación de nubes), que determina la temporada lluviosa sobre Venezuela. La zona sur del país, entre los paralelos 1o y 4o N, aproximadamente, está siempre bajo la influencia de la convergencia intertropical, por lo que nunca se presenta un período seco.
En el país se presentan muy diferentes situaciones climáticas; la precipitación varía de menos de 400 mm anuales en parte de la franja costera a más de 4000 mm anuales en el sur del país, y las temperaturas medias diarias oscilan de más de 28oC a menos de 0oC en los páramos andinos. Según la clasificación de Koeppen, en Venezuela existen estos tipos climáticos:
·         Tropical Desértico (árido), ubicación hacia la franja costera de Falcón y de Sucre, en el golfo de Cariaco, en las islas de Coche y Cubagua, y en la zona de Restinga, de la isla de Margarita.
·         Tropical Estepario (semiárido), ubicado hacia la parte norte de los estados Zulia y Falcón, la depresión Lara-Falcón, la zona costera central, las zonas costeras de la depresión de Unare y parte del estado Sucre, hacia el golfo de Cariaco, y gran parte de la isla de Margarita.
·         Tropical de Sabana, ubicado en toda la zona de los llanos, en los pie de montes de las serranías de la Costa y de los Andes, en gran parte de los estados Zulia y Lara, en todo el norte del estado Bolívar, incluyendo la zona de la Gran Sabana, en parte de la costa de los estados Falcón y Yaracuy, y en parte de la costa hacia el golfo de Paria.
·         Tropical Monzónico, ubicado como una franja transicional entre los climas tropical de sabana y tropical de selva, hacia el piedemonte de Perijá, al sur y parte de la costa oriental y suroriental del lago de Maracaibo, en parte de las costas del estado Sucre y el piedemonte de turimiquire, en parte de los estados Delta Amacuro, Bolívar y Amazonas, en el piedemonte de las serranías de San Luis (estado Falcón) y de la costa (estados Yaracuy, Carabobo, Aragua y Miranda).
·         Tropical de Selva, ubicado hacia las sierras de Perijá y San Luis, el sur del lago de Maracaibo, Barlovento, en la parte oriental de los estados Delta Amacuro y Bolívar, en la parte sur del estado Bolívar y en todo el estado Amazonas.
·         Templado de altura siempre lluvioso, ubicado hacia las zonas más elevadas de los estados Bolívar y Amazonas, en las partes más altas de las serranías de turimiquire y de Perijá, en ambas vertientes de la cordillera de los andes y en la zona de El Nula, estado Táchira.
·         Templado de altura, ubicado en gran parte de la cordillera de los Andes.
·         Páramo de altura, ubicado en las zonas localizadas a más de 3000 msnm en la cordillera de los Andes.
·         Glacial de altura, ubicado en los picos nevados de la cordillera de los Andes.
Además de estas diferencias en los climas del país, dentro de cada gran región climática se presentan diferencias espaciales y temporales en el comportamiento de los parámetros climáticos.
Así, por ejemplo, en los llanos, a pesar de formar parte de la zona con clima tropical de sabana, y de su gran uniformidad fisiográfica, existe un gradiente general este-oeste de precipitación, que va de un inicio de la temporada lluviosa en junio, con una duración de 5 meses y 900 mm anuales en los llanos orientales, hasta un inicio de la temporada lluviosa en abril, con una duración de 9 meses y 1800 mm anuales en los llanos altos occidentales. Esta variabilidad espacio-temporal es aún mayor en las zonas montañosas.
En general, los meses más fríos del años son diciembre y enero, y los más cálidos marzo y abril, excepto en la zona de los llanos, donde a menudo los meses más fríos son julio a septiembre, por efecto de las elevadas precipitaciones.
Las temperaturas medias son, en general, elevadas, variando entre 23oC y 29oC; el principal factor modificador de la temperatura es la altitud. En las zonas montañosas del país se presentan muy fuertes gradientes de temperatura, como se observa en el caso de las estaciones El Vigía (130 msnm) y Mucubají (3560 msnm), donde las temperaturas del mes más frío varían de 26.3oC a 5.4oC, en una distancia horizontal menor de 100 Km
La amplitud térmica anual (diferencia entre el mes más frío y el más cálido) es muy baja, en general menor 5oC, por lo que el clima del país puede calificarse de isotermo. La amplitud térmica diaria o termo período (diferencia entre las temperaturas máximas y mínima medias) está por el orden de 9oC a 12oC, excepto en las zonas costeras, donde disminuye a unos 6oC.
En Venezuela, las direcciones prevalecientes del viento (es decir, desde donde sopla), son la Norte (N), Nornoroeste (NNE) y Noreste (EN). En las zonas costeras, la dirección prevaleciente es la Este franco (E), excepto cuando algún accidente de la costa modifica la entrada, como en Barcelona. En las zonas montañosas el patrón planetario del alisio está profundamente modificado, y la dirección prevaleciente del viento depende de la topografía, como se observa en el caso de Mérida. Estas direcciones prevalecientes , y así, en la temporada lluviosa, aumenta la frecuencia de vientos con componente sur, especialmente del Sur-Oeste.
La velocidad media del viento (correspondiente a la dirección prevaleciente) varía, en la zona costera, de unos 2.5 m/s al este a unos 5 m/s al oeste; en el centro del país, las velocidades son del orden de unos 3 m/s en promedio.
La atmósfera como capa continua de gases que envuelve a la tierra tiene una movilidad constante que se conoce como circulación atmosférica. Pero cada una serie de factores influyen y modificada uno de los elementos del clima.
Unos son de naturaleza cósmica, es decir, dependen de la forma y posición de la tierra en el sistema solar. Otros son de carácter geográficos y dependen de los mares , montañas o zonas de la tierra.
La atmósfera impide que los rayos solares lleguen directamente a la superficie terrestre , así protege del calor de los rayos y del enfriamiento que hay en la noche.
La latitud también influyen en la climatología. Las temperaturas van en descenso del ecuador a los polos y el hemisferio sur es más húmedo y menos cálido que el norte.
La misma cantidad de calor actuando durante el mismo tiempo elevará la temperatura del suelo aproximadamente el doble que la del agua. El suelo se calienta dos veces más pronto que el agua.
En climatología es de sumo interés el estudio de la humedad ya que debida a ella se realizan las precipitaciones que tienen consecuencias biológicas.
De todos los fenómenos meteorológicos la lluvias es la de mayor importancia para la superficie terrestre y la vida del hombre. De la cantidad y el régimen de precipitaciones dependen la descomposición de las rocas, la formación de suelos, la erosión , etc.
El agua contenida en el aire se renueva de forma permanente ya que siempre tiene que conservar un grado de humedad.
El aire puede absorber mayor cantidad de vapor de agua cuando mayor sea su temperatura, la evaporación del agua contenida en el mar, en los lagos o ríos formando las lluvias.
Las precipitaciones sólidas , nieve o granizo s producen cuando la masa del aire es inferior a cero grados.
Las precipitaciones se pueden producir por convección, cuando una masa de aire cálido se enfría al elevarse formando una masa nubosa que al saturarse de humedad origina lluvia.
La mayor parte de los fenómenos del clima se deducen de la distribución de las temperaturas del aire para cualquier estudio climatológico. Las variaciones geográficas de la distribución de las temperaturas medias se reflejan en los mapas de isotermas.
Sobre el globo terráqueo se han establecidos las isotermas anuales, lo que permite conocer los rasgos generales de la distribución de las temperaturas.
Por ejemplo la comparación de las temperaturas de enero y julio, los meses más extremados, da una idea bastante exacta de la amplitud térmica y sirve para establecer los regímenes térmicos.
Los climas se describen con arreglo a códigos previamente acordados o con términos descriptivos un tanto imprecisos en su definición que, no obstante, resultan útiles. A escala global se puede hablar del clima en términos de zonas, o cinturones, que pueden trazarse entre el ecuador y el polo en cada hemisferio. Para comprender éstas hay que tomar en consideración la circulación en la capa superior de la atmósfera, o estratosfera, así como en la atmósfera inferior, o troposfera, zona donde se manifiesta el clima. Los fenómenos de la atmósfera superior no fueron conocidos hasta el desarrollo de tecnologías avanzadas, como los cohetes, los vuelos a gran altitud y los satélites artificiales.
En condiciones ideales, es posible suponer que el aire caliente asciende por convección a lo largo del ecuador y desciende cerca de los polos. Así pues, el cinturón ecuatorial tiende a ser una región de baja presión y periodos de calma interrumpidos por tormentas eléctricas, asociadas a enormes nubes llamadas cúmulos. Debido a los periodos de calma, este cinturón recibe el nombre de doldrums (estancamiento). Se desplaza ligeramente hacia el norte del ecuador durante el verano boreal y hacia el sur durante el meridional. Por contraste, el aire desciende en las regiones polares. Esto produce una elevada presión atmosférica y vientos secos y helados que tienden a radiar hacia el exterior desde los polos.
Para complicar este cuadro simplista, hay que tener en cuenta la rotación de la Tierra, que desvía los componentes norte y sur de la circulación atmosférica. Así, los vientos tropicales y polares tienden a ser del Este (vientos procedentes del Este), y se desarrollan dos cinturones intermedios en cada hemisferio. A unos 30° de latitud N y S hay una zona de alta presión en la que el aire de las capas superiores desciende y se divide enviando corrientes hacia el ecuador. En el hemisferio norte soplan vientos regulares del Noreste, y del Sureste en el hemisferio sur. Estas zonas de alta presión producen áreas áridas en los continentes, pero hacen que el aire se cargue de humedad sobre los océanos debido a la evaporación. Si estos vientos regulares chocan con una isla dispuesta a modo de barrera topográfica o con la costa de un continente, el aire húmedo se eleva hasta zonas más frescas dando lugar normalmente a fuertes lluvias.
Entre los 50° y los 60° de latitud N y S se encuentra un cinturón de baja presión caracterizado por los vientos dominantes del Oeste, que son desviados hacia el Suroeste en el hemisferio norte y hacia el Noroeste en el hemisferio sur. En este caso las precipitaciones se relacionan con los frentes polares; el aire frío de los vientos polares del Este penetra por debajo del aire cálido y húmedo de los vientos del Oeste que, al enfriarse, liberan la humedad que contienen. En invierno ésta es la causa de la mayoría de las nevadas en los continentes.
TIPOS DE CLIMAS  
Los autores clásicos dividieron la Tierra en tres grandes zonas climáticas que se correspondían con los climas frío, templado y tórrido. En general, se considera la isoterma de los 10 ºC para el mes más cálido, que coincide aproximadamente con el límite de la tundra y el bosque de coníferas, como valor para distinguir los climas templados de los fríos; por otro lado, la separación entre los climas tórridos o tropicales de los templados se establece en la isoterma de los 18 ºC para el mes más frío. Sin embargo, dentro de cada una de estas zonas cabe distinguir diferentes tipos y subtipos en función de factores tales como la temperatura y la precipitación. Otros elementos que contribuyen a explicar el clima de una región pueden ser la presión atmosférica, los vientos, la humedad, la latitud, la altitud, el relieve, la proximidad de los mares, las corrientes oceánicas y la influencia de la naturaleza del suelo y la vegetación.
Muchos climatólogos han establecido sus propias clasificaciones climáticas, entre las que cabe destacar la de Köppen, una clasificación empírica dada a conocer por primera vez en 1918 y sometida posteriormente a varias revisiones. Köppen y su colaborador Geiger definieron seis grandes grupos de climas, asociados a la vegetación, a los que designaron mediante letras mayúsculas: A (tropical), B (subtropical), C (templado), D (frío), E (polar) y H (montaña). Estos grupos se subdividían a su vez en función del régimen pluviométrico y de las temperaturas, también señalados mediante letras, en este caso minúsculas, que unidas a las anteriores especificaban la variedad climática de un espacio determinado dentro de cada categoría principal. Así, por ejemplo, un clima tipo Csa indica que se trata de un clima templado con veranos secos y calurosos e inviernos húmedos y suaves, es decir, lo que se conoce como un clima mediterráneo.
A continuación, se exponen los principales tipos de clima del planeta considerando los valores, siempre aproximados, de la temperatura y las precipitaciones.
Es característico de las regiones de latitudes bajas, localizadas fundamentalmente entre los 10º N y 10º S. La temperatura y la humedad son altas y constantes a lo largo del año. La temperatura media del mes más frío supera los 18 ºC, y la temperatura media anual se sitúa por encima de los 25 ºC. Las precipitaciones anuales sobrepasan los 1.500 mm e incluso, en algunas áreas, los 3.000 milímetros. La duración del día y de la noche es muy similar.
Es propio de las regiones tropicales. Las temperaturas medias mensuales son elevadas y bastante uniformes a lo largo del año, siendo la media anual superior a los 20 ºC. El régimen térmico varía entre 3º y 10º, mayor en el interior y menor en las áreas costeras. Las precipitaciones oscilan entre los 400 y los 1.000 mm anuales, aunque la variedad de clima monzónico alcanza valores muy superiores. Alternan las estaciones secas y lluviosas. En función de la distribución estacional de las precipitaciones y de la cantidad se distinguen las variedades siguientes: sudanés (precipitaciones entre 750 y 1.100 mm y tres estaciones, una seca y fresca, otra seca y calurosa, y otra lluviosa), subecuatorial (dos estaciones lluviosas y dos secas), saheliense (precipitaciones entre 400 y 750 mm, con una larga estación seca) y monzónico (estación lluviosa de gran intensidad que alterna con otra seca).
Propio de las áreas desérticas, se caracteriza por altas temperaturas y escasez de precipitaciones. Se distinguen dos importantes variantes: el clima desértico cálido, con una temperatura media anual en torno a los 20 ºC, una fuerte oscilación térmica (puede alcanzar los 20º) y precipitaciones inferiores a los 200 mm, y el clima desértico costero, que presenta una temperatura media anual inferior a los 20 ºC, menor oscilación térmica (en general por debajo de los 10º) y precipitaciones insignificantes, por debajo de los 100 mm anuales. Además de estos desiertos propios de la zona cálida o tropical, existen otros tipos en la zona templada resultado de la degradación de los climas propios de sus latitudes. Aquí cabría hablar de los desiertos continentales, donde el elemento condicionante del régimen termo pluviométrico, además de las altas presiones, es la continentalidad, que acentúa la sequía y la oscilación térmica diaria.
Bajo este epígrafe se aúnan una gran variedad de climas que tienen en común el hecho de contar con unas temperaturas estivales más elevadas que en invierno. Los climas templados se clasifican en:
Este tipo de clima se da particularmente en los países ribereños del mar Mediterráneo, de ahí su denominación, aunque se han establecido varios subtipos en relación con la distancia a las masas oceánicas. También se da en la costa meridional de Australia, en el suroeste de la República de Sudáfrica, en California y en las estrechas áreas costeras de Chile central, donde los Andes actúan como barrera climática. En sentido amplio, define el clima de las regiones costeras occidentales de los continentes comprendidas dentro de la zona de las latitudes medias de la Tierra (entre los 30º y los 45º, aproximadamente). Se caracteriza por veranos cálidos, secos y soleados, e inviernos suaves y húmedos. Las temperaturas medias anuales varían entre los 12 ºC y los 18 ºC, y la oscilación térmica anual está comprendida entre los 10º y los 15º por lo general. El promedio de precipitaciones se sitúa entre los 400 y los 700 mm, concentradas en el invierno, ya que durante el verano el clima está sujeto a la presencia de anticiclones subtropicales, y en el invierno, a las depresiones de la atmósfera.
Este clima presenta una temperatura media ligeramente superior a la del mediterráneo, lo mismo que la oscilación térmica anual, que supera los 15º. El promedio de precipitaciones sobrepasa los 1.000 mm, concentradas en el periodo estival, que contrasta con la sequedad del invierno.
Es el clima característico de las regiones comprendidas dentro de la zona de latitudes medias de la Tierra sujetas a la influencia oceánica. La proximidad del mar determina una amplitud térmica anual en general pequeña y unas precipitaciones importantes (1.000-2.000 mm) y bien distribuidas a lo largo del año, aunque el máximo se sitúa en la estación invernal. La temperatura media depende de la latitud, aunque se puede establecer en torno a los 10 ºC; los inviernos presentan unas temperaturas moderadas y en verano son frescas.
Este clima es propio de las regiones del interior de los continentes. Se caracteriza por una relativa escasez de precipitaciones, sobre todo en invierno, debido a la distancia que las separa de las áreas de influencia marítima, y por una notable amplitud térmica estacional (que puede alcanzar hasta los 60º), con unas temperaturas estivales bastante altas que contrastan fuertemente con los inviernos fríos. La temperatura media anual es inferior a los 10 ºC. Las precipitaciones oscilan entre los 300 y los 700 mm de promedio, que se producen principalmente en verano. Se pueden distinguir varios tipos: el siberiano (el más extremado, con una temperatura media inferior a los 0 ºC, una oscilación térmica que puede alcanzar los 60º y precipitaciones inferiores a los 200 mm anuales concentradas en el periodo estival); el manchuriano (con un temperatura media inferior a los 10 ºC, oscilación térmica en torno a los 40º y precipitaciones, concentradas en el periodo estival, que superan los 500 mm); y el ucraniano (con unas características térmicas similares al anterior, aunque la temperatura media es ligeramente más baja y la amplitud un poco superior, y unas precipitaciones comprendidas entre los 300 y los 400 mm anuales).
Clima polar
Clima propio de aquellas regiones que presentan una temperatura media mensual y anual por debajo de los 0 ºC, amplitudes térmicas superiores a los 30º y precipitaciones insignificantes que se producen en forma de nieve. En estas regiones, cubiertas por la nieve durante la mayor parte del año, el tipo de suelo característico es el permafrost.
En las montañas la temperatura disminuye con la altitud, mientras que aumentan las precipitaciones, al menos hasta un cierto nivel altimétrico. La montaña, en este sentido, altera las características de la zona climática en la que se sitúa. Por este motivo, no se pueden establecer unos rasgos con validez universal que lo definan, aunque sus variedades climáticas son fácilmente reconocibles, como el clima alpino. Presenta unas temperaturas invernales negativas y unas estivales positivas, aunque la temperatura media anual se establece en torno a los 0 ºC; la oscilación térmica es inferior a los 20º y las precipitaciones, más abundantes en verano que en invierno, superan los 1.000 mm anuales. Este clima de alta montaña es el que predomina en la cordillera andina.
Por último, como se mencionó con anterioridad, tienen lugar cambios micro climáticos causados por la acción antrópica. Así, por ejemplo, en las ciudades se forman las denominadas ‘islas de calor’; cuando este espacio se encuentra bajo una situación anticiclónica cálida, durante la noche la temperatura es más alta en relación con el medio ambiente circundante. También la contaminación atmosférica de los núcleos urbanos provoca un aumento de la nubosidad media, modifica el régimen de lluvias, altera la circulación de los vientos y disminuye la radiación solar y la transparencia del aire.
CLASIFICACIÓN CLIMÁTICA LIGADA A LA VEGETACIÓN
Los dos parámetros meteorológicos en los que se basa la clasificación anterior no son suficientes para satisfacer la necesidad de una descripción climática exacta y universal. La vegetación, por su parte, ofrece una referencia importante, sobre todo en casos como el de la selva, o cinturón ecuatorial de bosque tropical húmedo, con temperaturas cálidas y lluvias durante la mayor parte del año; la sabana, cálida y con una marcada estacionalidad; y la tundra, fría, con escasas precipitaciones y veranos cortos. Es particularmente útil considerar ambos factores, clima y vegetación, para conocer la naturaleza de una zona y lo que representa vivir en ella. La influencia del clima en la vegetación natural viene determinada fundamentalmente por las precipitaciones, la temperatura y la luz; de ahí la estrecha relación existente entre la distribución de los regímenes climáticos y de la vegetación. A grandes rasgos, se pueden distinguir cinco grandes asociaciones vegetales en función sobre todo de la cantidad y distribución de las precipitaciones a lo largo del año: clima cálido y húmedo, con o sin estación seca, idóneo para el desarrollo de las selvas, del bosque tropical y la sabana; clima templado húmedo, con o sin estación seca, que permite la existencia de bosques mixtos y praderas; clima frío y húmedo, donde crecen los bosques mixtos y de coníferas; clima seco, ámbito de la estepa y las especies xerófilas adaptadas a las condiciones áridas de las zonas desérticas; y clima polar y alpino o de alta montaña, asociados a una vegetación propia de la tundra y a la presencia de casquetes glaciares.
Los climas regionales pueden describirse en términos de cinco tipos de biomas. Éstos se caracterizan por una combinación de temperatura, humedad, vegetación y fauna asociada a un área determinada. El mapa muestra la distribución de los grandes biomas: pluvisilva y sabana, bosque mixto y pradera, bosque mixto y de hoja acicular, estepa y desierto, y tundra y casquetes polares.
El clima de Sudamérica es cálido en general; la cordillera de los Andes es la única zona del subcontinente donde hay temperaturas frías constantes a causa de su altitud. Por lo general, el clima varía dependiendo de las regiones: abundantes precipitaciones alimentan las selvas ecuatoriales amazónicas, mientras que hay severas sequías en regiones áridas como el desierto de Atacama, en Chile.
Cuando hablamos del tiempo que hace o el clima de un país, nos estamos refiriendo a conceptos diferentes, aunque muy relacionados entre sí. Se define el clima como un conjunto de fenómenos meteorológicos que caracterizan el estados medio de la atmósfera en un área de la superficie terrestre. Sin embargo el tiempo es el estado atmosférico día a día y en determinada localidad. La climatología valora las temperaturas y las precipitaciones sirviéndose de medias o promedios. Para conocer la temperatura promedio de un día se realiza la media atmosférica en veinticuatro observaciones horarias; de esta manera podemos saber la máxima y mínima temperatura. Las precipitaciones por el contrario se toman en su totalidad de modo que el totalidad, de modo que el total de lluvia caída en un mes se une al siguiente formando así el anual.
Los elementos que conforman el clima son un conjunto de fenómenos relacionados entre sí.