sábado, 1 de septiembre de 2018

Enamorado.

Este es un poema que mi hijo mayor le acaba de escribir a su novia, se los doy a conocer para ver que opinan...

Está en el aire, y en el mundo,
un eco enardezido, amartelado,
está en el cielo, y en el mar profundo,
el susurro de este hombre ilusionado.


Me convertí en un latido trémulo y
errante, pues cada día soñaba con la
noche, mientras el Sol jugada con mi mente,
era del destino, un simple trapo fantoche.


Era un caminante, alienando caminos,
robando piezas ajenas, para dar dos
pasos en cadena, y no caer más en
la pena, de reparar en mi mala suerte.


Como una muerte al final de la
escena, yo era tan libre, con cadenas
y condena, mirando pasar tus piernas,
tan llena de karma, y tú fuiste tan
buena, que me tocaste el alma.



Cuánto esmero, se demuestra en
tu santuario, como un guerrero,
tienes un porte extraño, un escudo
se ha forjado en tu vestuario, con
arma y armadura, pero no haces daño.


Eres un hermoso ángel, aunque
a veces quieras el papel de mala,
eres una preciosa hada, aunque
creas que no tienes alas.


Tu caminar confundo con las olas,
es tu cuerpo ese mar, donde eso también
está, y en las rosas, y en los lirios,
también en mis delirios, está este sentir.


Dos palabras de un rezo, un lienzo
de un entero credo, ¿es que acaso es
un espeso, golpe de vida a mi entierro?,
ya estoy vivo, y a la vida me devuelvo.


Respirando carbono, entre llamas azules,
con el color del cielo, me fusiono, en
calor que arde y se hace verde, es su tono,
tono de vida, que en palabras versiono.


Tu elíxir es más droga que el pecado,
es vivir muriendo, a pasos agigantados,
porque vivo en ti, y muero en tu pasado,
por eso soy presente, me regalo y me
presento, como tu último enamorado.


Sigue aquí y allá, pero ¿que será?,
te lo digo ahora, que ya no cabe hora,
para poderte besar... por lo menos te
quisiera mirar, ¿acaso así se siente amar?


Esto que es amor, amor génesis,
de Osiris, o tal vez de Ra, es amor
en éxtasis, con mis ansias tu bondad,
es amor de nuevo, que eclosiona en
la verdad... un amor, y nada más.


Este amor resuena en ti, resuena con tu
voz, y es amor que te cubre entera, ¡ámame!,
porque amar es cosa de dos, sean como sean,
como si fueran Satán y Dios, bailando
en la vereda.


No es un simple amor, es la
persecusión de vidas pasadas,
¿cuántas veces habrás sido
enamorada? por este raro lobo
aullador, que quiere cumplir la
labor, de ser tu compañero infinito.


Como salir de un laberinto,
era esperar tu llegar,
bajaste del cielo, del más
bonito, y sólo a ti te quiero
mirar, pues eres tú, con quien
mi vida quiero pasar.


¡¡¡Te amo, Elizabeth!!!

Velcarlo. 01/Septiembre/2018