El
aire me pegaba directo en la cara, mientras más rápido trotaba el caballo más aire me pegaba,
ya íbamos como a la
mitad del camino entre mi pueblo Antonio Amaro y la Pastoría, todas las labores
que hasta ese momento habían pasado a nuestro lado estaban ya con las
plantas de frijol en flor, esto quería decir que por lo menos había pasado más de un mes desde
que las habían sembrado, había de varias
variedades de frijol, entre estas reconocí frijol pinto, ojo de cabra, canario, sangre de
toro, bayo; entre otros, el maíz media ya como un metro de altura, no tardaría en empezar a
espigar, los lugares por los que habíamos pasado, íbamos pasando o íbamos a pasar; todos estaban saturados con los
olores de la naturaleza, olores a flores silvestres, olores a amapolas, olores
a gordolobos, olores a mantos, olores a aceitilla y a una infinidad de flores
que no conocía los nombres pero
por donde quiera que caminábamos estaban esos olores a naturaleza en su máxima expresión porque no había contaminación como en las
grandes ciudades, todo estaba limpio y transparente por eso se podían apreciar todos
estos olores a las flores de las plantas, pronto pasamos por un arroyo que
normalmente estaba seco pero en este tiempo de lluvias corría agua por su
cauce, cientos, quizá miles de mariposas revoloteaban en las orillas
del agua, donde está la tierra húmeda, se posaban en ella para absorber la
humedad con su lengua, los colores de las mariposas eran múltiples, las había de las más variopintas
especies o clases, las había en las que predominaba más un color y las
había multicolores;
igual había de todos los
tamaños imaginables,
las había desde el tamaño de una hormiga
hasta el tamaño de las dos manos
extendidas, este sería el paraíso para aquellos coleccionistas o taxidermistas
de insectos, especialmente de mariposas, pero que bueno que por esos lugares no
había coleccionistas
de insectos, sería muy triste que
los mataran solo para tenerlos coleccionados, en todo eso iba pensando dejando
volar mi imaginación cuando escuche la voz de mi padre, dándonos la
bienvenida, se me paso el tiempo volando, ya habíamos llegado a la pastoría, estábamos ya casi
bajando del caballo, bajamos y abrace a mi padre, me dio mucho gusto verlo de
nuevo después de casi un mes
que había pasado en la
casa del pueblo, inmediatamente fui a buscar un vaso de agua fresca como la que
teníamos en la tinaja
en la casa del pueblo, sacie mi sed y me tumbe a descansar a la sombra del árbol que estaba
junto a la casita, mientras mi hermano descargaba lo que traíamos en las
alforjas del caballo, desensillo el caballo y enseguida lo soltó para que
descansara y pastara si así lo quería.
Más tarde mi padre
nos contó cómo estaban las
labores, ya había terminado de
asegundar y deshierbar, las labores estaban casi limpias, el frijol estaba en
flor y el maíz no tardaría ni una semana en
empezar a espigar, aun se necesitaba el agua de la lluvia para que crecieran
sanos y fuertes y dieran buenos frutos, en estos días no había mucho que hacer
en la pastoría, además tendríamos que regresar
a la casa del pueblo con mi madre y mis hermanas porque mi hermano Manuel iba a
venir de la capital el próximo fin de semana, así que tendríamos que irnos el
Viernes y estar listos el Sábado para ir a pedir a la novia de mi hermano,
como quiera se avecinaban por lo menos dos bodas de aquí a Diciembre, días de fiesta donde
lo que sobraba era comida, bebida y diversión, ya me imagino como íbamos a andar mis
amigos y yo como diablos corriendo por aquí y por allá, además iba a conocer nuevos potenciales amigos, los
familiares pequeños de la familia
de la novia de mi hermano, había varios más o menos de mi edad, así que por eso digo
que eran nuevos potenciales amigos.
Llego
la hora de la comida, mi padre ya había hecho el fuego del hogar donde cocinaría los alimentos y
calentaríamos las gorditas
que mi madre nos había echado, en la pastoría no tomábamos otra cosa más que agua limpia
y pura, no hacíamos agua fresca
como a veces en el pueblo, menos íbamos a tomar refrescos, no había tienda y lo peor
tampoco había dinero, hablando
de dinero le pregunte a mi padre que si tenía la piedra que me había encontrado, mi
padre se la empezó a buscar en las bolsas del pantalón y de la camisa,
pero no encontró nada y me dijo
que a lo mejor la había guardado en un morral o en sus cosas, ya la
buscaría más tarde, comimos
sin dilación, todo estuvo muy
sabroso o era el hambre que teníamos, cuando terminamos de comer y recogimos los
trastes sucios me dedique a lavarlos y cuando termine le dije a mi padre que
iba a dar una vuelta en los alrededores, sin chistar me dijo que si y que
aprovechara para traer algo de leña, le respondí afirmativamente y me aleje de la casita, camine
por espacio de unos quince minutos rumbo al cañón de los castillos, la parte por donde siempre
empezaba a llover en la pastoría, la tarde estaba soleada pero no hacía mucha calor, de
hecho el clima estaba muy agradable, a mi paso por los matorrales corrían conejos,
palomas camperas. tostones y demás fauna del lugar; incluso en más de una ocasión vi pasar
corriendo a un venado y también a un puma, en este tiempo de lluvias en esta
parte del estado de Durango había mucha vida, todo estaba verde y para los
animales que habitaban el lugar era también un paraíso porque tanto había mucha hierba
para los animales herbívoros como alimento también para los
animales carnívoros y a final de
cuentas también para los humanos
había mucho de todo,
llegue hasta las faldas del cerro pachón, no me atreví a ir más allá porque la ladera del cerro estaba muy inclinada
así que hasta allí llegue y empecé a hacer la carga
de leña, más que carga de leña fui juntando una
brazada de barañas, (ramas de árbol) estas nos
servirían de mucho al
poner la lumbre para hacer la comida o para calentarla, pronto complete la
brazada de barañas e inicie el
camino de regreso a la casita, cuando llegue a la casita, esta se encontraba
sola, mi padre y mi hermano seguramente habrían ido a dar una vuelta a la labor a ver cómo iba el maíz y el frijol en
su crecimiento, después de descansar un buen rato entre al cuarto a
buscar el radio para escucharlo, el radio encendió pero al parecer las pilas ya no tenían carga, así que decidí sacárselas para
ponerlas un rato al rayo del sol para que se recargaran un poco, así lo hice y las
cuatro pilas fueron a parar al rayo del sol en una piedra que estaba cerca de
la entrada de la casita, las dejaría un buen rato, se hecho hasta que ya se fuera a
meter el sol, decidí ir a la labor donde pensaba que iba a encontrar
a mi padre y mi hermano, camine hacia la labor que estaba por el rumbo de la
salida de la pastoría, hacia el pueblo, era alrededor de unos
quinientos o seiscientos metros del cuarto donde me encontraba, camine, camine
y camine hasta llegar a la orilla de la labor y efectivamente ahí estaban ellos,
sentados a la sombra de un árbol a la vera del camino platicando
tranquilamente, me acerque y también me senté a su lado, estaban platicando de que las matas
de frijol se veían muy bien que
probablemente si no les faltaba agua en este tiempo que les faltaba de crecer íbamos a tener una
cosecha abundante como hacía varios años que no se tenía, de pronto mi padre se levantó mientras decía vámonos al cuarto,
vamos a calentar la comida para comer, ya se está haciendo tarde, nos levantamos mi hermano y yo
y nos encaminamos detrás de mi padre hacia nuestro cuarto, en verdad lo
que decía mi padre estaba
lleno de verdad, las labores tanto de frijol como de maíz pintaban muy
bonitas, las plantas de frijol estaban muy frondosas y llenas de flores y las
matas de maíz estaban
grandotas y ya empezaban a espigar, en algunas dos semanas ya les empezarían a salir muñe-quitas y en
otras dos semanas ya habría elotes, todos estábamos esperando
los elotes, hacia casi un año que no comíamos elotes, a mí en lo personal me gustaban más asados pero
también cocidos me los
comía sin problemas,
salí de mis
cavilaciones y le dije a mi hermano que ese mismo día comenzaríamos las clases
para que aprendiera a leer y escribir, él era el único de la familia que no sabía leer ni
escribir, bueno tampoco mi hermanita Aní sabia pero porque ella aun no iba a la escuela,
mi hermano me dijo que si quería acabando de comer empezaríamos con las
clases; llegamos al cuarto y mi padre comenzó a calentar la comida que ya tenía hecha, eran unas
papas con rajas de chile jalapeño y cebolla, también había frijoles refritos y tortillas que aunque ya
estaban un poco duras estaban comibles, en esta ocasión también tuvimos la
oportunidad de degustar unas cocas, mi hermano había comprado unas
cocas y se las había llevado a la pastoría, cuando llegamos
las había enterrado a un
lado de donde estaba enterrada la tinaja, así que estaban frías, terminamos de comes sin incidentes y como lo
habíamos dicho mi
hermano y yo nos fuimos a sentar a la sombra del tejaban en la entrada del
cuarto, saque el cuaderno y lo primero que escribí en una hoja fueron las vocales en letras tanto
mayúsculas y minúsculas, en ese
tiempo ya empezábamos a escribir
con letra de molde, empecé por enseñarle el sonido de cada vocal y la asociación con su
representación gráfica, mi hermano
se las aprendió rápido, esa misma
tarde le enseñe los números del 0 al 9
que es la base para aprender los demás, también le enseñe primero el sonido del número y su asociación con su
representación gráfica, los números mi hermano
ya se los sabia pero no los sabia escribir, le puse una plana de las vocales
tanto minúsculas como mayúsculas y una plana
de los números del 0 al 9,
terminamos la clase y su tarea para el otro día fue que se aprendiera tanto las vocales como
los números.
Para
empezar mi hermano había estado muy bien en la primera clase, el plan
para mañana si el ya no
tenía dudas, seria
enseñarle todas las
consonantes y posteriormente enseñarle el alfabeto o abecedario que ordena a las
vocales con las consonantes y así nos iríamos poco a poco hasta que aprendiera a leer,
escribir y hacer cuentas con sumas, restas, multiplicaciones y divisiones, si
mi hermano aprendía a hacer eso ya estaríamos del otro
lado, ya se empezaba a meter el sol por el horizonte cuando fui a recoger las
pilas, estas aún estaban
calientitas cuando las quite de la piedra, inmediatamente las lleve para ponérselas a la radio,
al ponérselas la radio
respondió a la primera, está ya estaba sintonizada
en la estación de la XEW que es
por donde pasaban las radionovelas que tanto me gustaban, estuvimos escuchando
las radionovelas que nos gustaban y a las ocho de la noche la apague, nos
dispusimos a dormir, en esta ocasión sin cenar porque habíamos comido muy
tarde, la noche paso sin contratiempos ni sobresaltos, todos dormimos muy bien
y mi padre ya se estaba levantando a las seis de la mañana, como no había trabajo que
hacer mi hermano y yo nos levantamos a las siete de la mañana, mi padre ya
tenía rato trajinando
en la preparación del almuerzo, íbamos a comer las
gorditas que había mandado mi madre
el día anterior, las íbamos a acompañar con unas
rebanadas de queso fresco que también habíamos traído, en esta ocasión también habíamos traído unas piezas de pan ranchero y cochinitos, lo único malo es que
no había leche y tampoco
cocas porque solo habían sido tres las que mi hermano había comprado, pero
con café o con te también estarían ricos los
panes, terminamos de almorzar y yo me hice cargo de lavar los trastes, parecía que mi padre no
los había lavado en
semanas, eran un montón de trastes los que había que lavar,
cargue con ellos y me dirigí al arroyo que pasaba cerca, a unos doscientos
metros, llegue al arroyo, ya teníamos un lugar específico donde lavábamos los trastes
o nuestra ropa y empecé a lavarlos, qué bueno que habíamos escogido este lugar a la sombra de un
mezquite porque hacia un sol abrumador, mientras lavaba los trastes estaba
tramando echarme un baño en el arroyo, termine de lavar los trastes y me encamine a llevarlos de regreso ya
limpios al cuarto, llegue al cuarto, los deje y le dije a mi padre que me iba a
echar un baño en el arroyo, me
dijo que tuviera cuidado porque había culebras en el arroyo, le dije que sí, que no se
preocupara, llegue nuevamente al arroyo pero era un poco más abajo donde me
disponía a echarme el baño, elegí un lugar donde se
juntaba una mayor cantidad de agua debido a que la oro-grafía del lugar lo
permitía ya que se había formado una
especie de poza circular y con piedras en la orilla hacia que se pudiera juntar
una cantidad de agua que hacía que al meterme la altura del agua me llagara
hasta más arriba del
ombligo, en este lugar podía hasta intentar nadar, y digo intentar porque
en realidad no sabía nadar, me desvestí en el acto y me
metí al agua, estuve
un buen rato dándome un chapuzón, me salí y me volví a meter varias
veces, intente nadar y hasta bucear en el agua, estuve de lo más divertido a
pesar que me encontraba solo, sabia divertirme, después de casi dos
horas, me salí, puse mi ropa
interior a secar al sol y después de un rato me vestí, recogí mis cosas deshice
el camino al cuarto y llegue, en ese momento mi padre ya estaba haciendo la
comida, se afanaba en el hogar para hacer un arroz rojo, como no teníamos donde moler
el tomate , la cebolla y el ajo, mi padre los había picado lo más finamente que había podido, también tenía otra cacerola
con frijoles guisados y estaba tatemando (asando) chiles anchos los cuales después iba a hacer en
tiras o rajas para poder hacer tacos cuando estuviéramos comiendo;
iba a ser una gran comida, humilde pero gran comida, me senté a descansar un
rato en la sombra en lo que mi padre nos llamaba a comer, no sé porque en este
rato que estuve sentado descansando me acorde de la próxima visita que íbamos a tener el Sábado entrante para
pedir la mano de la novia de mi hermano Manuel, yo sabía que en esa
familia había muchos niños más o menos de mi
edad, ya había visto algunos de
ellos pero solo de pasada, sabia también que una de ellas era una niña flaquilla y un
poco pecosa que se veía que era muy traviesa, me iba a dar mucho gusto
conocerla cuando fuéramos a su casa, ya quería que fuera Sábado para
conocerla a ella y a sus hermanos y primos, que lejos estaba de imaginarme que
esa niña llegaría a significar
tanto en mi vida en el futuro primero como una gran amiga y después mi vida quedaría ligada a ella
para siempre, pero eso lo contare más adelante cuando mis memorias lleguen a ese
tiempo, en fin en ese momento mi padre nos llamó a comer y como siempre ya fuera aquí en la pastoría o en la casa del
pueblo la comida estuvo de diez, a mí me sirvió mi padre arroz y lo que me sorprendió y me gustó muchísimo fue que el
arroz iba acompañado de papas
rebanadas cocidas entre el arroz y además llevaba las rajas de chile ancho, de entrada
el arroz estuvo exquisito, también me sirvió en un lado frijolitos refritos, además de las tortillas
que calentó había unas gorditas de
chile rojo que nos había puesto mi madre el día que nos vinimos
a la pastoría, estas en
especial estaban deliciosas, dora-ditas o tostaditas; yo me comí dos, una vez que
me termine de comer el arroz le pedí a mi padre que me sirviera más con frijolitos y
mi hermano no se diga creo que el pidió tres veces comida, mi padre se veía muy contento de
que nos hubiera gustado tanto la comida que había hecho, al fin terminamos de comer, recogí los trastes que
siempre me tocaba a mí, y me los lleve a lavar nuevamente, regresando
de lavarlos continuaríamos con las clases mi hermano y yo, como hacia
un sol abrasador me puse un sombrero viejo de mi padre y me fui con rumbo del
arroyo a lavar los trastes, llegue y me acomode a lavarlos, termine rápido ya que no
eran tantos como en la mañana, regrese al cuarto, acomode los trastes en
su lugar y le dije a mi hermano que si quería que continuáramos con las lecciones, me respondió de forma
afirmativa, iniciamos con un repaso de las vocales y los números que le había enseñado el día anterior, se los
aprendió muy bien así que el día de hoy le
empezaría a enseñar las
consonantes, se las escribí en una hoja del cuaderno y estuvimos repasando
el sonido gráfico de cada letra y después él las tuvo que escribir en otra hoja del
cuaderno las letras para que también conociera además del sonido de cada letra su representación gráfica, al parecer
yo era un buen maestro porque no tuvo dudas al momento de relacionar el nombre
de cada letra con su representación gráfica, otra vez estuvimos en clases cerca de dos
horas, cuando terminamos ya estaba oscureciendo una vez más y una vez mas no
íbamos a cenar ya
que es esta ocasión no había sido muy tarde la comida pero si había sido mucha la
cantidad que habíamos comido, mi
padre solo había puesto un té de hojas de
hierbabuena así que si acaso nos
comeríamos un pan con el
té, el día de mañana en las clases
que le estaba dando a mi hermano haríamos un breve repaso de lo aprendido el día de hoy y empezaríamos a formar
silabas con el total de las letras del abecedario ya aprendidas; mi padre nos
llamó a cenar y lo
hicimos como lo había dicho anteriormente solo te y una pieza de
pan, después de esto nos
enjuagamos la boca con agua y nos dispusimos a dormir, esa noche también fue una noche
serena en la cual los tres dormimos muy bien por lo menos yo dormí desde que mi
cabeza toco la almohada hasta que desperté con el trajinar ya de mi padre aunque no me
levante inmediatamente sino como una hora después, aun no salía el sol cuando salí al patio del
cuarto donde dormíamos, eran como las siete de la mañana y el sol
normalmente salía ya casi a las
ocho, mi padre ya tenía en la lumbre una cacerola con un guisado de
papas con chile verde y estaba calentando también lo que había sobrado del arroz y de los frijolitos del día anterior, a mi
padre le salía muy rico todo lo
que guisaba para comer, el día de hoy ya era Jueves, esto quería decir que el día de mañana Viernes tendríamos que irnos los
tres para el pueblo ya que para la pedida de mano de la novia de mi hermano
Manuel tendría que estar toda
la familia que estuviera en el pueblo, así que este sería el último día completo en la pastoría y lo tenía que aprovechar
al máximo, almorzamos
en un ambiente muy animado y platicando de mil cosas mi padre, mi hermano y yo,
le dije a mi padre que si había encontrado la piedra verde que me había encontrado cerca
del arroyo, me dijo que si que la tenía en el morral de cuero que estaba colgado de
una de las vigas en el cuarto, que nos lo íbamos a llevar al pueblo mañana, me dio mucho
gusto que ya la hubiera encontrado así podríamos llevarla a algún banco o joyería en Victoria en
la próxima vez que tuviéramos la
oportunidad de ir y preguntar cuanto valía o cuanto podía llegar a valer y también cuanto nos podían dar por ella,
era algo que me emocionaba sobremanera, sobre todo si tenía un valor alto,
tenía tantas ilusiones
como por ejemplo que si la piedra era una esmeralda genuina podríamos primero
contratar el servicio de luz eléctrica para la casa del pueblo y después comprar un radio
nuevo, una televisión si es que se podía, también comprar ropa porque desde que yo me acuerdo a
mí nunca me habían comprado ropa
nueva, no es que renegara de vivir como hasta ese momento habíamos vivido pero
eso ayudaría mucho, también me gustaría si sobraba algo
de dinero que nos compraran algunos juguetes a mi hermanita y a mí, ya que mi
hermanita solo contaba con una o dos muñecas de trapo ya viejas y yo solo tenía mi trilita de
madera, mi rueda y mis canicas, todo lo demás era jugar a juegos donde no se necesitaban
cosas, la mayoría de los juegos
eran de echarle imaginación y volviendo al tema de la ropa me encantaría poder tener
alguna ropa decente para las boda que se avecinaban, la de mi hermano Manuel
con su novia Jovita y la de mi tío Guadalupe con su novia Belén.
Terminamos
de almorzar muy animadamente comentando también sobre la pedida de mano para la novia de mi
hermano Manuel, para la gente del pueblo la pedida de mano de una novia era una
cosa muy importante, aunque también era la forma más costosa de hacerse de una esposa, había otras formas que
no eran tan costosas como por ejemplo que el novio no pidiera a la novia y que
sencillamente se la robara y ya fuera que vivieran juntos sin casarse o que los
obligaran a casarse, en ese caso la ceremonia tanto religiosa como civil se
tendría que llevar a
cabo pero podían o no hacer una
fiesta, como era algo obligado la mayoría no hacía fiesta, en cambio al llevar a cabo la
ceremonia de la pedida y otorgada de mano, si tenían que hacer una fiesta aunque fuera muy
sencilla, la idea era que la gente se diera cuenta, que se enterara que la
pareja se había casado por las
tres leyes, no sé porque escribí esto pero la
mayoría de la gente así decía, se supone que
la primer ley es la ley civil, la segunda ley es la ley religiosa y la tercer
ley es porque la pareja así lo había querido y decidido.
Otra
cosa muy importante es si la pareja se gustaban, se querían y amaban o se
llegarían a amar, porque
digo esto, en aquellos tiempos se podía llegar al matrimonio por algún arreglo de los
papas para entablar una especie como de sociedad y en los negocios ya fuera
uniendo las tierras que poseía cada familia, uniendo los ganados igual que
cada familia tenía o tan solo por
emparentar con una familia que era pudiente o que tenía dinero, en ese
tipo de uniones el cariño, el amor pasaban a un segundo término y había veces que este último nunca se
daba entre las parejas obligadas a casarse por estos motivos; aunque también se podía llegar al
matrimonio de una tercer manera, cuando al novio le gustaba una muchacha y
aunque esta no estuviera interesada en él, este se la robaba y ya robada muchas veces se
tenía que casar con el
ya fuera obligada o incluso amenazada por él, entonces si era casi seguro que la chica
pasara una vida de infierno al lado de él o que se acoplara a las circunstancias y
tratara se sobrellevar el trato, el carácter y las formas de tratarla por parte del
esposo y los familiares de él.
Evidentemente
la mejor forma de llegar al matrimonio en aquellos y también en estos
tiempos, sin lugar a dudas es que las parejas se gustaran, se quisieran y se
amaran o se llegaran a amar con el paso del tiempo, en estos casos sí que valía la pena hacer la
boda por todo lo alto, con las dos ceremonias y con una fiesta para invitar a
todo el pueblo, que es como se estila ala en mi pueblo y en toda la región de Durango.
Bueno
pues terminamos de almorzar, nos dedicamos a recoger todos los trastes sucios
para ir a lavarlos al arroyo, seguramente me iba a tocar a mi ir a lavarlos
como casi siempre, en fin cargue con los trastes sucios y me dirigí al arroyo a
lavarlos por enésima vez, mientras
caminaba con rumbo del arroyo, me iba imaginando como seria que cuando yo
estuviera grande y tuviera novia, como le iba a hacer para casarme por ella, me
la iría a robar, me la
irían a pedir, ella
aceptaría casarse
conmigo?; faltaba tanto tiempo que me parecía imposible que yo fuera a llegar a esas
instancias, me parecía tan lejana la posibilidad y tendrían que pasar
tantos años (alrededor de
17 años) para que yo
llegara a esas instancias, pero de esto ya les platicare más adelante en este
mismo libro. Por lo pronto llegue al arroyo y procedí a lavar el montón de trastes que
llevaba cargando, me llevo poco más de media hora tenerlos limpios y en seguida
regrese al cuarto en el que los deposite, mientras tanto mi hermano había ido a recolectar
yerbanis y algunas otras plantas para llevar a la casa del pueblo, mi padre
estaba ya preparando las cosas que nos íbamos a llevar al pueblo, llevaba entre otras
cosas algunas pieles de conejos que había curtido en los últimos días, algunos morrales que también nos iban a
acompañar en el viaje,
uno de ellos era el que tenía en su interior la famosa piedra verde que me
había encontrado cerca
del arroyo, aquí en la pastoría, también nos íbamos a llevar el
radio viejo al que ya le hacían falta pilas nuevas, entre otras cosas más. Todos estábamos empacando lo
que íbamos a llevar en
el viaje, yo por ejemplo tenía aquí en la pastoría una hondilla (re-sortera), una honda y un
trompo de madera, me los iba a llevar a la casa del pueblo porque no sabía cuánto tiempo íbamos a estar allá, igual y era más de una semana,
ya quería estar allá para poder ir a
invitar a Nino y mis demás amigos a jugar a la casa, los extrañaba mucho, sobre
todo a Thelma, la vecinita que les platique que me subyugaba cada vez que la veía, en fin ya habría tiempo de hacer
todo lo que quisiéramos en el tiempo que íbamos a estar en
la casa del pueblo.
Llego
la tarde, mi padre empezó a calentar la comida, había sobrado
suficiente comida para el día de hoy, la idea era que el día de hoy mi padre
no hiciera más comida porque
sobraría para un día después pero como ya no íbamos a estar por
aquí, más valía que faltara;
cuando mi padre termino de calentar la comida nos habló a mi hermano y a mí para que fuéramos a comer, por
enésima ocasión nos sentamos en
algunas piedras grandes al rededor del hogar, mi padre nos sirvió una vez más papas con chile
verde y arroz con frijoles igual que en la mañana, además aso en las brasas unos chiles anchos (poblanos),
los pelamos para hacerlos tiras y echarnos unos tacos también, estos chiles anchos cuando los hacíamos tiras y los acompañábamos con una
rebanada de queso fresco o ranchero, eran una delicia; lástima que ahorita
en la pastoría no teníamos queso, ya se
nos había terminado, pero
aun así los tacos
estuvieron muy ricos, en general la comida estuvo muy sabrosa, serian como las
cuatro de la tarde cuando terminamos de comer, otra vez tendría que ir a lavar
los trastes al arroyo, los recogí y nuevamente me encamine hacia el arroyo,
llegue sin dilación, cuando estaba por empezar a lavar los
trastes, en el agua algo llamo mi atención, algo se movía en la superficie, algo que hacía que se dibujaran
ondas en la superficie del agua, me quede mirando atentamente en esa dirección mientras me movía lentamente hacia
la orilla del arroyo, cuando llegue a la orilla pude ver con claridad que era
lo que producía esas ondas en la
superficie del agua, era nada más y nada menos que una víbora de agua o sea
una culebra de un color verde muy llamativo, le calcule más o menos unos
sesenta centímetros de largo
por unos dos dedos de mi mano de diámetro, la culebra no se dignó ni siquiera
mirarme y se siguió de largo nadando por la superficie del arroyo,
yo regrese al lugar donde tenía los trastes que iba a lavar y comencé a hacerlo, rápidamente termine
de lavarlos, los seque y cargue con ellos nuevamente para regresar al cuarto y
depositarlos en un cazo que teníamos ex-profeso para ello.
En
seguida quise prender el radio para ver si todavía las pilas le servían aunque fuera un
poco, el radio solo hizo un ruido sordo y en seguida quedo muerto, no había señal, las pilas en
esta ocasión si se habían agotado del
todo, ni modo pasaríamos la tarde sin oírlo, mi padre dijo
que en la noche solo tomaríamos un vaso de té y un pedazo de pan duro del que quedaba en uno
de los morrales que también nos iban a acompañar al pueblo el día de mañana, también nos dijo que mañana partiríamos para el
pueblo terminando de almorzar, eso me puso de muy buen humor, el resto de la
tarde la pasamos mi hermano y yo repasando las lecciones que llevábamos aprendidas él y enseñadas yo, la tarde
paso volando y llego la noche, como lo había dicho mi padre puso en la lumbre una olla con
agua y le echo una generosa porción de yerbanis, mientras yo sacaba el pan duro
que había en el morral,
este pan ya tenía varios días, de hecho era
del día que habíamos llegado mi
hermano y yo a la pastoría con las gordas, bueno pues cenamos solo él te y el pedazo
de pan duro, después nos enjuagamos la boca y nos dispusimos a
dormir, la noche se presentaba fresca, aunque no hacía frío, yo estaba
recordando momentos que había pasado con mis amigos en el pueblo y poco a
poco me fui quedando dormido, esa noche tuve una ensoñación que no es otra
cosa que un sueño vivido, que es
tan real que parece que no estas soñando, en el, me veía tomado de la mano de Thelma la niña del pueblo que
me gustaba e íbamos caminado por
un camino envuelto en niebla y penumbra tapizado de pétalos de flores y
llegábamos a una
plataforma a la cual se accedía después de subir varios escalones, en la parte alta de
la plataforma nos esperaba un sacerdote, el cual aparentemente nos estaba
esperando para unirnos en matrimonio, ahora me daba cuenta que tanto Thelma
como yo íbamos ataviados
con la ropa adecuada para la ocasión, ella llevaba puesto un vestido blanco de
novia y yo llevaba puesto un traje negro de lo más pulcro, yo pensaba para mis adentros, pero si
somos unos niños como es que nos
vamos a casar, y además donde están nuestros padres?, y nuestros padrinos?, y
todos los invitados?.
Todas
esas preguntas me las estaba haciendo mientras la novia y yo nos sentábamos en las
sillas que estaban colocadas para nosotros, cuando de pronto, se disipo la
niebla y la penumbra retrocedió cuando empezaron a encender las luces de la
iglesia, en ese momento voltee a ver a la novia y para mi sorpresa descubrí que no era
Thelma, era otra niña; también bonita pero muy diferente a Thelma, tuve la
sensación de que a pesar
que era la primera vez que la veía, la conocía de toda la vida, ella me tomo de la mano y me
dijo, ya va a empezar la ceremonia; vamos a ponernos de pie, el sacerdote
inicio la ceremonia y yo lo escuchaba como si estuviera muy lejos, cuando llego
el momento en que me pregunto Juan de Dios aceptas por esposa a Celia y juras
honrarla y respetarla todos los días de tu vida?, me quede petrificado, me quede
mudo y no pude contestar nada, el sacerdote pregunto nuevamente Juan de Dios
aceptas por esposa a Celia y juras honrarla y respetarla todos los días de tu vida?, la
voz no salió de mi garganta,
no pude articular palabra, la novia volteo a verme y me dijo, Juan, Juan te están hablando, ¡contesta!, en ese
momento desperté, era mi padre el
que me estaba moviendo y hablando para que me despertara y levantara, ya era
tarde, ya había salido el sol y
ya estaba listo el almuerzo, teníamos que almorzar rápido porque
enseguida saldríamos de viaje con
rumbo al pueblo, había llegado el día cero, el día que teníamos que volver al pueblo para estar en la
petición de mano de la
novia y la boda de mi tío Guadalupe.
Almorzamos
de volada y nos dispusimos a partir, desde el día anterior habíamos cargado las cosas que iban a acompañarnos en este
viaje al pueblo, para mí todo esto era emocionante; a pesar de tener
pocos días acá en la pastoría, ardía en deseos de
estar nuevamente en el pueblo para poder ver y jugar con mis amigos, también es cierto que ya
faltaba poco tiempo para que regresáramos a clases, en unos cuantos días tendríamos que regresar
a clases y esto también me emocionaba sobremanera, volvería a ver a mis
compañeros de clases, a
mi maestro y a mi escuela.
Salimos
de la pastoría pasadas las
10:00 horas en la mañana, el camino que íbamos a recorrer
era como de unos 30 kilómetros que a paso de caballo serian como 3
horas, en aquel recorrido me baje 3 veces para recolectar entre otras cosas
chilitos de biznaga, garambullos y tronadores para llevárselos a mi
hermanita, más adelante ya casi
para llegar al pueblo, cuando íbamos emparejando el lugar donde está asentado un
pueblo que se llama Francisco Zarco, encontramos unos árboles de durazno
cargados de fruta, otra vez me baje de la traila y corte como 2 kilos de esta
fruta, estaban en su punto, bien maduros lo cual comprobé al comerme 2 de
ellos, eran duraznos priscos, estos duraznos tienen la peculiaridad de que los
puedes partir por la mitad y la semilla sale limpia, la carne del durazno no se
le pega a ninguna de las 2 partes y además el sabor es muy sabroso, fresco, ligeramente
perfumado, la verdad es que estaban deliciosos, les compartí a mi padre y a mi
hermano, también se comieron
varios, para este momento ya se divisaba la cúpula de la iglesia, era lo primero que se
alcanzaba a ver siempre que íbamos llegando al pueblo, cuando entramos en el
pueblo ya pasaba de la 1:00 de la tarde, por donde mirara se veían grupos de
chiquillos jugando en las calles, unos jugaban a las canicas, otros jugaban a
la quemada y otros más jugaban al bebe leche, al reconocer a varios
de mis compañeros de la escuela
me sentí fuertemente
tentado a bajarme a saludarlos y a jugar con ellos pero me contuve; ya tendría tiempo de jugar
con mis amigos, al fin llegamos a la casa, mi hermano se bajó a abrir las hojas
del portón de entrada para
la casa, entramos y ya nos estaban esperando mi madre y mis hermanas muy
contentas porque al fin habíamos regresado los tres que estábamos en la pastoría y además nos íbamos a quedar
unos días, hasta que
pasara la petición de la mano de la
novia de mi tío Guadalupe,
empezamos a bajar las cosas, lo que había recolectado, le dije a mi hermanita que lo íbamos a usar para
invitar a jugar a mis amigos a la comidita, a ella también la entusiasmo la
idea, me dijo que mis amigos habían ido a preguntar por mi varias veces en mi
ausencia, eso quería decir que ellos también estaban ansiosos
por vernos y jugar como siempre lo hacíamos, terminamos de bajar las cosas y las
metimos a la casa, entre al cuarto y me deje caer en la cama exhausto, quería descansar un
rato, así permanecí por unos 15
minutos, cuando entro corriendo mi hermanita diciéndome que mi amigo Nino estaba buscándome en la puerta
de entrada, me levante como de un resorte de la cama y me dirigí a la puerta de
entrada; mi amigo y yo nos saludamos efusiva mente, lo invite a entrar pero me
dijo que no había pedido permiso
en su casa, que se iba pero regresaría como a las 4 de la tarde y que iba a pasaría a invitar a
Freddy y a Thelma para que también fueran a jugar, le agradecí por ese gesto y
nos despedimos para reunirlos a las 4 de la tarde.
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