Lo
primero que sentí fue lo duro del suelo donde me encontraba tirado, por un
momento me quede quieto tratando de ubicarme acerca de donde estaba, escuche
con atención todos los ruidos que había a mi alrededor: nada, no lograba escuchar
nada, todo era silencio a mi alrededor además de que también eran tinieblas, no
importaba si tenía los ojos cerrados o abiertos; por lo poco que pude palpar de
terreno a mis espaldas parecía que estaba a la intemperie, a campo raso o sea
en el exterior, abrí una vez más los ojos, no alcance a percibir nada, como
dije antes todo era oscuridad y tinieblas al rededor mío.
Después
de un buen rato de seguir acostado boca arriba, ya cansado me senté y seguí
cavilando para mis adentros, tenía conciencia, sabía quién era, mi nombre es
Juan, sabia donde vivía, sabía que tenía familia, incluso al oír el rechinar de
las tripas en mi estómago; sabía que tenía hambre, recordé claramente la noche
anterior en la cual habíamos sido invitados a una fiesta de cumpleaños por uno
de nuestros familiares, fuimos a dicha fiesta, nos divertimos como nunca,
cenamos, bebimos, bailamos, nos cansamos de hacerlo y cuando llego la hora de
despedirnos y regresar a nuestra casa, abordamos nuestro coche, nuestra casa en
realidad no estaba muy lejos, teníamos que recorrer cerca de 10 kilómetros para
llegar de regreso a nuestra casa, partimos diciendo adiós a nuestros familiares
que aún se quedaron en la fiesta, yo iba manejando el coche, cuando íbamos más
o menos a la mitad del recorrido hacia nuestra casa se me hizo raro no ver a
nadie en las calles, ni en coche ni caminando, eran las dos de la mañana, una
hora aun aconsejable para andar en la calle en fin de semana, ni un alma se
veía en los alrededores, las luces de las casas apagadas, nada de gente en las
calles, vaya ni animales como gatos o perros se veían en las calles y de
repente sobrevino el holocausto, primero vi cómo se apagaban las luces de las lámparas
en las calles, escuche un ruido ensordecedor y sentí como el coche donde
viajábamos se levantó del piso, explotaron los vidrios de las ventanas del
coche en mil pedazos, también escuche como explotaban las llantas, sentí un
golpe en la cabeza y después desperté aquí como lo explique antes.
Me
anime un poco y me levante, mis ojos poco a poco se habían ido acostumbrando a
la oscuridad total, alcance a distinguir la diferencia entre la superficie del
terreno y la parte del cielo, del aire, del espacio o como lo quieran llamar;
olía a quemado, aun había humo y polvo en el ambiente; mientras más arriba
estabas más costaba respirar, ¿voltee hacia arriba y alcance a percibir una
nata descomunal de humo y polvo, que había pasado ahí me pregunte? ¿Parecía que
estaba viendo una escena de alguna película del fin del mundo, de un holocausto,
una escena dantesca de muerte y destrucción, me imagine que mil cosas habían
pasado, quizá había estallado la tercera guerra mundial?, ¿había explotado una
bomba nuclear? ¿o una bomba de neutrones?, o quizá había habido algún ataque
terrorista? No solo no tenía la respuesta, tampoco había nadie a quien
preguntarle, por enésima ocasión voltee haca arriba para observar el cielo en
busca de alguna referencia para poder ubicarme, no alcance a distinguir a la
luna, ni a las estrellas, ni nada, la gran nata de humo y polvo no lo permitía,
¿qué hacer? Me esperaba en el mismo lugar a que se aclarara el panorama
devastador o empezaba a caminar hacia ningún lado porque no sabía dónde estaba
ubicado, lo más seguro es que si empezaba a caminar sin rumbo, me perdiera mas
así que decidí sentarme nuevamente y esperar a que amaneciera o aclarara la
oscuridad que imperaba en el lugar, la oscuridad era la reina del lugar en este
momento era todo lo que podía percibir, no alcanzaba a ver más allá de unos
diez metros de distancia, me recosté nuevamente en el duro suelo del terreno y
cansado de pensar cerré los ojos, me fui quedando lentamente dormido, no supe
cuánto tiempo paso conmigo en ese estado, quizá fueron minutos, quizá fueron
horas o incluso pudieron pasar días, después de ese sueño un tanto reparador
desperté, no abrí los ojos inmediatamente, trate de concentrarme en escuchar
algún ruido, algún sonido, a lo lejos alcance a oír una especie de tos, una
especie de quejido, me anime a abrir los ojos, ya había un poco de claridad
aunque aún había mucho humo y polvo, una vez que mis ojos se acostumbraron al
ambiente, descubrí que ya podía vislumbrar algunos bultos e imágenes como a
unos quince metros de distancia, alcance a divisar un coche que se parecía al
mío, me acerque lentamente, trastabillando por tanto escombro esparcido por
toda la superficie del terreno que pisaba, llegue al coche y verifique que en
efecto era el mío, lo revise de arriba a abajo y nada, el coche estaba tan solo
como yo en ese momento, estaba en medio de lo que parecía ser un parque aunque
lo que antes parecía haber sido pasto, ahora eran solo cenizas, y se veían
también los restos de algunos árboles totalmente calcinados, me dio curiosidad
y hasta ese momento baje la mirada y me vi los pies, las piernas y parte del
tronco de mi cuerpo, descubriendo que tanto mis zapatos como mi ropa estaban
hechos jirones y chamuscados, entonces pensé: sobreviví de milagro y me
pregunte algo que debí de preguntarme hacía mucho rato, que paso con mi
familia?, que paso con mi esposa?, ¿qué paso con mis hijos?, como les dije al
principio yo estaba consciente, sabía quién era, sabía que tenía familia, sabia
de donde veníamos hasta antes de lo que nos pasó, lo que no sabía era lo que
nos había pasado ni donde me encontraba en esos momentos, mucho menos sabia en
donde habían quedado mi esposa y mis hijos, estaba preocupado no por lo que
había pasado sino porque estaba solo, ¿a dónde habían ido todas las demás
personas que vivían ahí? O a lo mejor todos estaban muertos o apenas iban a
despertar o habían despertado como lo había hecho yo, aunque no hacía frio me
estremecí, ¿y ahora que iba a hacer?, mi estómago volvió a recordarme que tenía
hambre, esto me deicidio a empezar a caminar, avance de frente por la calle
volteando a derecha e izquierda cada ciertos pasos, todo lo que alcanzaba a ver
era devastación, ni las casas estaban en pie eran solo montones de escombros,
me anime a acercarme a uno de esos montones buscando algo que comer, empecé a
remover los escombros con la ayuda de un palo que estaba por ahí cerca, había
entre los escombros pedazos de muebles, ropa quemada, restos de colchones,
pedazos de zapatos, pero de comida o alguna otra cosa comestible nada, seguí
avanzando con trabajos entre los escombros, parecía que estaba caminando en una
zona de guerra después de un ataque aéreo anti-tanques, llegue a una esquina y
di vuelta a la derecha a unos veinte metros alcance a ver los restos de lo que
parecía que había sido una tienda, me alegre seguramente allí debe haber por lo
menos algunas golosinas para calmar mi hambre, llegue a los escombros, la
tienda en cuestión había aguantado de mejor manera el cataclismo ya que solo se
había caído una pared pero las otras tres estaban en pie, entre con mucho
cuidado tratando de cuidar donde pisaba, llegue a unos anaqueles donde se
suponía que había pan y galletas, estaban las envolturas pero quemadas, avance
más y encontré una vitrina, la revise, los vidrios estaban rotos, todo lo que
estaba adentro estaba igual quemado, había restos de lo que parecía ser queso,
tome un pedazo, me lo lleve a la boca, lo probé; sabia a quemado, lo mastique
con cuidado y lo trague, no era lo que esperaba pero algo era algo, continué
buscando, fui a dar de frente con un refrigerador vertical metálico al fondo de
la tienda donde hacían esquina dos de las paredes y parte del techo, al parecer
este refrigerador estaba en mejores condiciones ya que allí encontré algo de
carnes frías como jamón, mortadela, tocino, y un paquete de pan para rebanar,
comí de todo un poco, enseguida me enfoque en encontrar algo en que hacer un
itacate para llevarme conmigo lo que había quedado de comida, después de mucho
buscar encontré una bolsa de plástico que no estaba totalmente quemada y la use
para guardar el pan, el jamón y la mortadela, salí del lugar ya con el hambre
saciada en parte, ahora lo que importaba era encontrar algún sobreviviente de
aquel maremágnum de caos y destrucción, no sabía a ciencia cierta hacia dónde
ir, pensé en regresar sobre mis pasos pero enseguida deseche la idea, para que
iba a querer regresar a un lugar donde no había nada?, mejor era seguir hacia
adelante o a cualquiera de los lados que pudiera ir, aun no se podía ver con
claridad y a una distancia suficiente para poder ubicarme, hasta ese momento me
acorde que yo traía celular en la bolsa de mi pantalón, inmediatamente toque
las bolsas de mi pantalón y sentí algo duro y con forma rectangular en una de
ellas, metí la mano a la bolsa expectante, agarre el objeto firmemente, lo
saque de un golpe y ¡sí!, ¡sí!, era el bendito celular, lo primero que cheque
al reanimarlo era que tanto le quedaba de batería, tenía como la mitad de la
misma, pero al fijarme si tenía señal del satélite vi con desanimo que no tenía
nada de señal, estaba muerto, pero me sirvió para ver la hora, eran las doce
del mediodía, abrí la aplicación de la radio, trate de sintonizar una estación
pero como también era un servicio que le llegaba por medio del satélite, solo
escuche estática e interferencia, el celular no me iba a servir de gran ayuda,
solo iba a poder ubicarme en cuanto a la hora del día, en la otra bolsa del
pantalón encontré mi navaja suiza, está siempre me acompañaba a donde quiera
que iba, había sido un regalo de la empresa en la que había trabajado ya hacia
algunos años, seguí adelante caminando hacia no sé dónde, pero no me podía
quedar detenido allí en ese lugar, camine por cerca de dos horas, esquivando
montones y montones de escombros, hasta que alcance a distinguir un edificio
grande que seguramente estaba mejor construido que el resto porque este había
aguantado de mejor manera aquel holocausto de destrucción, al irme acercando a
la construcción empecé a ver que después de mucho tiempo de buscar y buscar a
alguien más distinguí a dos personas que sin embargo al verme corrieron
asustados hacia adentro del edificio y cerraron la puerta de la entrada, corrí
hacia la entrada del edificio y llegue jadeando a la puerta y toque con
desesperación, gritando que estaba desarmado, que era amigo, y que yo también
estaba perdido en aquel caos, después de mucho rato y conmigo tirado en el piso
descansando, se fueron acercando a la puerta las dos personas que había visto
correr antes, no abrieron inmediatamente la puerta sino que desde adentro me
preguntaron primero tímidamente, quién eres?, de dónde vienes?, que quieres?,
vienes solo?, a todas las preguntas trate de darles contestación con la poca
información que tenía a la mano o recordaba, al fin al parecer los convencí que
mis intenciones eran buenas y abrieron la puerta, tendiéndome la mano uno de
ellos me dijo yo soy Pedro y este es mi compañero Oscar, mucho gusto les dije
después de estrechar sus manos mi nombre es Juan, detrás de mi cerraron la
puerta y se encaminaron por el pasillo de entrada del edificio conmigo detrás,
llegaron a la puerta de un departamento, entramos mientras me decían que tenían
una compañera más que estaba herida, la encontramos tirada en la sala sobre un
sillón improvisado como cama, me incline hacia él, al parecer dormía, tenía
descubierto el tórax y alcance a ver una herida que partía de la parte derecha
de su pecho derecho hacia el estómago de manera diagonal, eran aproximadamente
unos veinte centímetros de una herida superficial que solo había cortado la
piel y parte del musculo o carne, con cuidados y curaciones comunes sanaría en
unas dos semanas, era una mujer cuyo nombre me dijo Pedro era Lucia, me deje
caer en otro de los sillones de aquella polvorienta sala, tenía muchas horas
caminando desde que desperté aquella madrugada y sin descansar en un lugar
cómodo, le pregunte a Pedro que si ya habían comido algo, contesto algo triste
que no, que lo último que habían comido había sido antes de la explosión que
había causado aquella destrucción en el lugar, que cuando los descubrí venían
de buscar algo para comer, abrí la bolsa que traía amarrada al cinturón de mi
pantalón, sacando de ella los restos del jamón, mortadela y pan que traía en
ella, se los ofrecí, vorazmente, agarraron la bolsa y se repartieron la comida
dividiéndola en tres partes iguales, pensando en que pronto despertaría Lucia,
una vez que terminaron con el poco alimento que pude proveerles, también se
sentaron en el sillón y comenzamos a platicar acerca de lo que había pasado
Pedro apuntaba que aquello podía ser el resultado de un ataque terrorista
dirigido a Estados Unidos, que nos había alcanzado, Oscar en cambio opinaba que
podía ser la explosión de una o más bombas al haberse originado la tercera
guerra mundial, en ese momento y después de pensarlo varias veces me atreví a
verter una tercera opinión, una opinión que hasta el momento no había tomado en
cuenta y les dije, a ver qué tal si es un ataque extraterrestre y desde el aire
nos bombardearon unas naves nodrizas, Pedro y Oscar estallaron en carcajadas
sin poder contenerse, rodaron por el piso por los estertores que les provocaba
aquel ataque de risa, cuando se repusieron me miraron aun entre divertidos e
incrédulos diciendo: tu si estás bien loco Juan, como se te ocurren esas ideas,
lo tome con calma y después de pensarlo unos segundos les dije: a ver si
hubiera sido un ataque terrorista por fuerza deberíamos haber escuchado alguna
noticia en la radio o en la televisión en los días previos a este, por otro
lado si hubiera estallado la tercera guerra mundial igual, deberíamos haber escuchado
en las noticias algo que nos indicara que podía pasar esto, también les hice
ver que para hacer algo de esa magnitud tuvo que ser por medio de aviones o
algún otro artefacto volador y no vimos nada, no nos dimos cuenta de algo raro que estuviera pasando antes de
los hechos, en cambio mi teoría del ataque extraterrestre tomaba fuerza porque
les explique, las naves extraterrestres pudieron haberse acercado a la tierra
sin hacer ruido, aprovechando la oscuridad de la noche, rodearnos y con un
ataque simultaneo en conjunto, con un solo disparo de cada nave pudieron
ocasionar todo este daño, por eso no nos dimos cuenta de nada, hasta que
despertamos envueltos en este holocausto, Pedro y Oscar, se quedaron viendo
entre ellos por unos segundos y después sincronizada mente voltearon a verme a
mi casi convencidos de que podía ser buena mi teoría, de hecho continué
diciendo, ahorita es probable que los extraterrestres estén allá arriba con sus
naves en estacionario, esperando a que se disipen las tinieblas provocadas por
el humo y polvo que se levantó a consecuencia del ataque para aniquilarnos a
los que sobrevivimos al ataque en primera instancia, Pedro y Oscar volvieron a
intercambiar una mirada llena de incredulidad y basados en todo lo que lleva
vamos visto y hablado estuvieron de acuerdo conmigo y mi teoría, entonces que
vamos a hacer dijo Pedro, esperar le conteste, justo ahora no podemos hacer
nada solo esperar y procurarnos alimento y agua, sobre todo agua ya que no
tenemos, ya exploraron los alrededores?, si dijo Oscar pero no hay gran cosa,
solo un par de lo que eran unas tiendas y no hay nada en condiciones de
comerse; después de pensarlo unos segundos les solté: vamos a tener que
aventurarnos más lejos les dije, vamos a organizarnos y mañana saldremos a
explorar los alrededores, hoy ya no porque ya es tarde y en la noche no se ve
casi nada, los dos estuvieron de acuerdo; en ese momento se escuchó un quejido,
inmediatamente todos volteamos a ver a Lucia, había despertado y se quejaba, al
parecer le dolía mucho la herida, era una herida grande pero desde mi punto de
vista era superficial, ya que no iba más allá de la piel y parte del musculo,
me presentaron con ella, nos saludamos y le pregunte que si tenía hambre, dijo
que sí que mucha, le arrime la bolsa con la parte de comida que habíamos
guardado para ella y en unos cuantos segundos dio cuenta de ella, me arrime a
la salida del departamento, alcance a vislumbrar parte de la calle, el sol se
estaba poniendo y regresando con mis compañeros les pregunte, hay donde
acostarse?, hay cobijas con que taparse?, en esta ocasión fue Oscar el que me
respondido, si dijo en este departamento en la parte de arriba hay tres
recamaras, todas tienen cama con su ropa, pensé “con su ropa” quiere decir que
tienen cobijas, me dirigí hacia las escaleras y subí a ver las recamaras, las
tres eran de dimensiones parecidas, tres metros y medio por lado, las tres
equipadas con camas matrimoniales, en cuanto a muebles solo habían las cómodas
a los lados de las camas y un closet en cada recamara, los revise, todos tenían
algo de ropa y zapatos; en dos de las tres recamaras había ropa y zapatos de
hombre y en la tercera había ropa y zapatos de mujer, todo eso nos podría
servir más adelante, elegí la recamara de hombre que estaba a la derecha al
subir la escalera, por la ventana podía fácilmente dominar la calle con buena
vista hasta la esquina próxima, esto en estas circunstancias era una ventaja,
baje a la sala y le hice saber en qué recamara iba a descansar más tarde,
ninguno puso objeción y dimos por zanjado el asunto, afuera ya estaba oscuro,
saque el celular y vi que ya eran las ocho de la noche, aun estuvimos
platicando un buen rato ahí en la sala, resulto que los tres eran de carca de
la zona donde estábamos pero ninguno se conocía con anterioridad al desastre,
concluimos la plática y nos despedimos cada quien trataría de descansar por su
lado, Pedro y Oscar en las otras dos recamaras restantes y Lucia se quedaría
dónde estaba, en la cama improvisada en la sala, volví a subir la escalera,
entre en la recamara y con la última y escasa luz de día, me metí a la cama, y
dentro de un rato pude conciliar el sueño, este fue muy agitado durante toda la
noche, desperté varias veces, en una de las veces que desperté lo hice porque
escuche unos ruidos muy extraños, escuche unos como golpes que se sucedían unos
atrás de otros, muy fuertes pero lejanos, como si se tratara de un ser
gigantesco dando pasos a la distancia, eran las tres y media de la mañana, me
voltee en la cama y me volví a quedar dormido, eran las nueve de la mañana
cuando desperté nuevamente, me levante de la cama, abrí el closet y me probé un
pantalón de mezclilla que parecía ser de una talla acorde con la mía, me quedo
perfecto mejor que mandado a hacer, también tome una playera de uno de los
cajones, calcetines del otro, termine de vestirme y baje por las escaleras
hacia la sala, ya estaban ahí mis compañeros, platicamos de cómo nos íbamos a
organizar, quedamos en que en esta ocasión Oscar se iba a quedar con Lucia para
no dejarla sola y Pedro y un servidor iríamos a explorar los alrededores, así
quedamos de acuerdo, Pedro y yo salimos, en la calle encontramos un pedazo de
tubo, lo tome, me lo llevaría, este me serviría para hurgar entre los escombros
en busca de algo servible, Pedro encontró un palo, igual lo tomo, en un momento
dado lo esgrimiríamos como arma contra cualquier posible amenaza, empezamos a
avanzar, lo haríamos hacia el norte intentando no perdernos, caminamos cerca de
cinco cuadras y Pedro me comento que hasta ahí ya habían explorado, bien le
dije entonces de aquí en adelante hay que tener los ojos y oídos bien abiertos
y en alerta, Pedro estuvo de acuerdo, una cuadra más adelante encontramos una
especia de centro comercial en el cual había varios locales comerciales en los
que entramos para buscar agua y alimentos, todo lo comestible valía para
recolectarlo, el primer local era una pequeña tienda de abarrotes, ahí
encontramos un garrafón parcialmente roto pero aún conservaba cerca de la mitad
del agua que había contenido, eran como diez litros, lo cargue, más adelante
había tirado otro garraron intacto aun con tapa pero vacío, lo agarre y
trasvase el contenido del garrafón roto, cargue el garrafón a medio vaciar y
seguimos avanzando, entramos al otro local era una tienda de carnes frías y
quesos, bendito sea Dios encontramos varias cosas como un paquete de jamón,
varios quesos panela de a medio kilo y un paquete de pan integral Bimbo, con
esto era suficiente para comer y beber el día de hoy, regresamos sobre nuestros
pasos y al llegar al edificio donde estaba el departamento que ocupábamos,
entramos al edificio, nos dirigimos a la sala y sorpresa no había nadie, no
estaba Lucia recostada donde la habíamos dejado, también Oscar brillaba por su
ausencia, Pedro y yo descargamos los alimentos y el agua que traíamos cargada,
nos sentamos a descansar mientras pensábamos y platicábamos acerca de la
desaparición de nuestros compañeros, en eso estábamos cuando escuchamos la
tímida voz de Oscar desde arriba de la escalera, muchachos son ustedes?, le
contestamos que sí, eso lo animo a bajar la escalera; al llegar abajo nos dijo,
es que nos escondimos porque escuchamos unos ruidos allá afuera, subí a Lucia
cargada a una de las recamaras, allá esta todavía, los tres nos dirigimos hacia
arriba, Oscar había instalado con buen tino a Lucia en la recamara de mujer,
nos sentamos en la orilla de la cama y empezamos a preguntarles acerca de los
ruidos que habían escuchado afuera, ¿yo solté inmediatamente eran ruidos como
de más gente? Oscar contesto, no creo que se tratara de gente ya que eran unos
ruidos como una serie de golpes distanciados uno o dos segundos entre uno y
otro, inmediatamente recordé lo que me había despertado en la madrugada, los
golpes eran parecidos a los que acababa de describir Oscar, lucia callada hasta
ese momento abundo sobre el tema y dijo también se oían algunos gritos después
de esos golpes y los gritos si parecían ser de humanos, todos nos quedamos
pensando por unos segundos preocupados y algo temerosos pero mucho más
intrigados, que podían ser aquellos golpes que ya había escuchado en la
madrugada de ese mismo día, no estaba seguro que era pero lo que si me podía
imaginar era que era algo grande lo que provocaba estos ruidos, convencimos a
Oscar y a Lucia de bajar a la sala para poder desayunar, ya era algo tarde y
aun no lo habíamos hecho, bajamos a lucia con mucho cuidado entre Pedro y yo,
Oscar iba adelante allanando nos el camino de cosas y escombros, llegamos a la
sala, instalamos a Lucia nuevamente en la cama y sacamos parte de lo que
habíamos encontrado, corte cuatro rebanadas de jamón y de queso ayudado de mi
separable navaja suiza, abrimos la bolsa del pan bimbo y empezamos a almorzar,
lo hicimos con ganas, vaya que si teníamos hambre, al terminar con nuestra
ración de comida, bebimos como pudimos algo de agua también, todos estamos
sedientos, terminamos de comer y a lo lejos volvimos a escuchar los golpes de
los que habíamos hablado hacia un rato, en esta ocasión no habíamos escuchado
gritos, la situación era alarmante, que podían ser esos ruidos me pregunte a mí
mismo por enésima vez, el día de hoy ya casi se podía ver el cielo, yo creo que
mañana ya se va a poder ver aunque no claramente, el resto de la tarde lo
dedicamos a tratar de asear y recoger un poco el interior del departamento,
hicimos varios viajes del interior del departamento hacia la calle llevando
escombros, una vez que hubimos terminado nos dispusimos a comer, en esta comida
seguramente se acabarían las provisiones y mañana tendríamos que volver a salir
a buscar más alimentos, comimos sin interrupciones, pasamos el resto de la
tarde descansando y volvió a llegar la noche, me despedí y me retire a mi
habitación, en esta ocasión pude dormir de mejor forma, esta noche no escuche
los golpes que había escuchado la noche anterior, gracias a Dios pude dormir de
mejor manera, aunque; estoy intranquilo porque no se nada de mi familia, hasta
el momento no hay ningún indicio acerca de que fue lo que paso y donde pudieran
estar.
Desperté
temprano y me quede un rato más acostado aunque ya sin dormir, el plan para el
día de hoy seria explorar hacia el otro lado del lugar en busca de comida que
nos pueda alimentar por lo menos el día de hoy, deje la cama como a las ocho de
la mañana, cuando escuche que mis compañeros ya andaban en la planta baja, baje
la escalera, los salude, y acordamos intercambiar de acompañantes, Pedro se
quedaría a acompañar a Lucia y Oscar vendría conmigo a explorar, en cuanto
salimos a la calle notamos más luminosidad, ya podíamos ver de manera más clara
el cielo, nos impactó que al observar el cielo notamos una formación de nubes
de forma circular, esta formación era gigantesca, también había otras
formaciones más pequeñas alrededor de la primera, alcance a contar quince
formaciones pequeñas acompañando a la primera, le dije a Oscar qué opinas de
esto, que crees que puedan ser?, no lo se me contesto Oscar, esas figuras en
las nubes podrían haberse formado a consecuencia de la primera explosión y
podrían ser temporales, yo creo que poco a poco se van a in difuminando, mmmmm
conteste pero no externa mi opinión, yo tenía una opinión muy diferente a la de
Oscar, casi estaba seguro que esas formaciones ocultaban algo, tenía que haber
algo más de fondo, alguien nos estaba vigilando desde las alturas, una
inteligencia superior debía estar detrás de todo esto, una inteligencia
superior y mucho más avanzada que la nuestra aquí en la tierra, una
inteligencia que sin duda tenía muchos años, quizá décadas o incluso siglos
observándonos, estudiándonos, visitándonos periódicamente, sin hacer ruido, sin
ser vistos en la mayoría de las veces, algunas de las pocas veces que habíamos
podido ver algo, eran solo segundos, algo efímero, tan efímero que a veces
hasta pensábamos que no era real, mucha gente había hecho avistamientos de
Ovnis en muchos lugares de nuestro mundo, pero hasta el momento nadie podía
probar que los avistamientos, algunos incluso grabados con alguna cámara de
vídeo o con la cámara de vídeo de algún celular, o tan solo unas fotografías como
prueba, nadie podía dar crédito a estas personas por los avistamientos basados
en esas pruebas, pero yo estaba seguro que el futuro ya nos había alcanzado,
con esta visita no muy amistosa que nos estaban haciendo en estos días; que
pretendían estos seres avanzados, que pretendían estos seres de las estrellas?,
quizá conquistarnos? O quizá destruirnos?, no tenía sentido lo que estaba
pensando, en teoría ellos nos habían creado seguramente como una sociedad
inferior, poco avanzada para que nosotros mismos fuéramos evolucionando como a
fin de cuentas lo habíamos hecho, a lo mejor se habían cansado de nosotros y de
nuestro trato poco cordial hacia nuestro planeta, estábamos a punto de
destruirlo, la contaminación generada a través de los siglos estaba en este momento
a un nivel máximo nunca antes visto, hasta antes del gran ataque había en la
tierra algunos países en donde ya estaba muriendo mucha gente por problemas
asociados con la contaminación, por más que trataba la sociedad de minimizar
este problema no permitiendo que los vehículos terrestres circularan diario, el
problema persistía e incluso se agravaba sin importar las medidas que la gente
tomara, habíamos llegado a un nivel máximo de contaminación, quizá nuestros
creadores dándose cuenta de este problema terrestre, se habían hartado de
nosotros y estaban a punto de destruirnos, de desaparecernos de la faz de la
tierra para crear otra civilización quizá más avanzada tecnológicamente que la
nuestra, o quizá estoy siendo demasiado pesimista y a lo que venían era a
ayudarnos?, difícil de creer, entonces porque nos habían hecho esto?, porque el
ataque?, aunque siendo sinceros hasta el momento no había visto un solo cuerpo
tirado en las calles, no había visto un solo muerto a consecuencia del terrible
ataque, pensando en esto, donde habían quedado todos los muertos que sin duda
debía haber a consecuencia de ello?, preguntas difíciles de responder, yo diría
que imposibles de responder.
Oscar
y yo seguimos caminando los estábamos haciendo hacia el sur, como lo habíamos
acordado al salir, avanzamos lentamente, una cuadra, dos, cuando estábamos
avanzando por la tercer cuadra, alcanzamos a ver un edificio alto, era como de
cinco pisos, nos faltaban unas tres cuadras para llegar a él, seguimos
avanzando penosa-mente entre los escombros, hasta el momento nuestros esfuerzos
por encontrar alimento habían sido infructuosos, de pronto vimos pasar una
sombra negra de derecha a izquierda muy rápidamente, Oscar y yo cruzamos una
mirada inteligente preguntándonos que había sido?, ninguno de los dos podía
responder la pregunta, en eso estábamos cuando la sombra volvió a pasar ahora
de izquierda a derecha mucho más cerca de nosotros y ladro varias veces, ¡sí!
Era un perro negro el que había pasado, lo supimos no porque lo hayamos visto
sino por los ladridos que externo al vernos, no se escuchaba enojado ni a la
defensiva, sino más bien eran ladridos que sonaban contentos pero con cierta
desconfianza, la sombra negra o mejor dicho el perro regreso nuevamente y dando
brincos de alegría dio varias vueltas alrededor nuestro, trate de calmarlo
hablándole suavemente, quieto perrito, quieto y este poco a poco dejo de dar
vueltas y se acercó dócilmente y humillándose ante mi mano extendida para
acariciar su cabeza, hice contacto con ella y el perro emitió una especie de
sonido de aprobación y amistad, lo acaricie por unos segundos, después lo hizo
Oscar y rápidamente nos hicimos amigos de aquel nuevo acompañante, rápidamente
lo llamamos “Sombra” porque así había llegado a nuestras vidas como una sombra,
sombra lo entendió desde la primera vez que lo llamamos así y contesto con un
ladrido de aprobación, continuamos caminando hacia el edificio que cada vez
estaba más cerca, cuando llegamos y estando enfrente de él, nos dimos cuenta
que apenas había sufrido daños en su estructura, curiosos entramos en la planta
baja del edificio que al parecer había sido un súper de abarrotes, de tamaño
considerable, equivalente a unos cuatro locales de buenas dimensiones, desde el
momento en que entramos tanto Oscar como yo sentimos una leve vibración en el
piso del edificio, como la vez anterior que salimos a explorar, en esta tienda
también todo estaba quemado, no había nada que se pudiera aprovechar, le dimos
vuelta a la tienda de pe a pa y cuando ya estábamos a punto de salir me llamo
la atención una especie de tapa en el piso ya muy cerca de la salida, esta está
cubierta de escombros, tierra y pedazos de madera a medio quemar, los hicimos a
un lado como pudimos, la tapa estaba protegida con un candado, este; como
esperábamos estaba cerrado, lo tuvimos que forzar con el tubo que traía yo como
ayuda para explorar, cuando escuchamos que trono el candado Oscar y yo le
festejamos abrazándonos, sombra se unió al festejo parándose en sus patas
traseras y apoyando las delanteras en nosotros, enseguida abrimos la tapa, esta
parecía más bien una puerta de acceso a una especie como de refugio
anti-tornados o anti-bombas, abajo nos esperaban más sorpresas, conforme fuimos
bajando se fue intensificando la oscuridad, pero la vibración que percibimos en
el piso al entrar a la tienda se intensifico y se escuchó en forma de motor,
motor a gasolina seguramente porque se percibía un olor a ella; inmediatamente
pensamos, si es un motor y huele a gasolina este motor es para producir electricidad,
en esas estábamos avanzando de manera penosa agarrándonos de la pared, de
pronto toque algo en la pared y sentí como mi dedo se atoro en algo que cedió
ante el avance de mi mano, y se hizo la luz, si increíblemente, lo que había
tocado era un interruptor mecánico para encender y apagar la energía que daba
vida a un foco incandescente, por un momento la repentina luminiscencia del
foco nos cegó, pasaron algunos segundos para acostumbrarnos a la luminosidad,
una vez que lo hicimos, estuvimos a punto de brincar de alegría, el lugar donde
nos encontrábamos era ni más ni menos que una bodega que debía pertenecer a la
tienda que estaba arriba, había de todo, había refrigeradores, anaqueles,
cajones y cajas todos repletos de mercancías y todas en excelentes condiciones,
dimos varias vueltas viendo todo lo que había en existencia en esa bodega del súper
en el que nos encontrábamos, tomamos un yogur de a litro, un paquete de pan en
rebanadas, queso, jamón, unas latas de atún y salimos dispuestos a regresar al
edificio donde nos esperaban Pedro y Lucia, rápidamente deshicimos el camino
andado en la exploraron y llegamos al lugar donde estaban nuestros compañeros,
llegamos y les dimos la buena nueva, sacamos lo que traíamos para comer,
repartimos las cosas y nos sentamos a comer, todo era alegría en esos momentos;
una vez que terminamos de comer comenzamos a platicar, se me ocurrió
comentarles que sería mejor que nos cambiáramos a vivir a la bodega que
habíamos encontrado, que ahí tendríamos todo a la mano, por lo que habíamos
visto no había recamaras ni camas pero eso era lo de menos, después de
discutirlo un buen rato llegamos al acuerdo que nos íbamos a cambiar a la
bodega incluso por seguridad, estaríamos bajo tierra un poco más seguros en lo
que averiguábamos lo que estaba sucediendo.
Quedamos
en el acuerdo de irnos a la bodega un día después, el resto de la tarde lo
dedique a dar una vuelta por los alrededores del edificio donde estábamos
viviendo acompañado de sombra, al igual que con el resto de los lugares por los
que había pasado anteriormente, todo estaba derruido, quemado y hecho pedazos,
después de un buen rato de vagar por ahí, sombra aguzo las orejas y empezó a
ladrar de manera nerviosa, trate de ubicar el lugar del que recelaba sombra, no
pude ubicar nada, pero en ese momento sentí la vibración en el piso de esos
golpes que a mí me parecían pasos gigantes, estos se iban acercando
gradualmente, llame a sombra y decidimos retirarnos del lugar, rápidamente
llegamos al edificio, entramos y llegamos al lugar donde estaban nuestros
compañeros, no fue necesario decirles lo que habíamos sentido, ellos también se
habían dado cuenta de las vibraciones, nos miramos unos a otros nerviosos,
hasta el momento no sabíamos que era lo que provocaba esas vibraciones, después
de un rato de estar conversando decidimos irnos a dormir, subí a mi habitación,
me senté un momento en la orilla de la cama pensativo, volví a acordarme de mi
familia, donde estarían mi esposa y mis hijos, tenía que encontrarlos a como
diera lugar, me dispuse a dormir, tarde un buen rato en conciliar el sueño,
pero dormí bastante bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario