viernes, 17 de enero de 2020

En medio de la nada... Capitulo 2

Al despertar mis compañeros ya se escuchaban en la planta baja, me enjuague la boca con agua en el baño y empecé a bajar las escaleras, llegue a donde estaban ellos, salude, mis compañeros ya habían preparado el almuerzo con lo que quedaba de las provisiones que habíamos traído un día anterior de la bodega, bodega a la que deberíamos cambiarnos el día de hoy, almorzamos con muy buen ánimo y apetito, cuando terminamos decidimos reposar por un rato para luego empezar con la mudanza de nuestras pocas cosas, que básicamente seria lo que traíamos puesto de ropa, yo me llevaría el colchón, que estaba en la cama en la que dormía, una colchoneta y algunas cobijas, todo lo demás se quedaría en la casa incluyendo la ropa que estaba en los closets de las recamaras del segundo nivel, mis compañeros trataron de llevarse cosas básicamente para dormir, en caso de necesitar más ropa iríamos a la casa a ajuariarnos (vestirnos) con ella, no tuvimos ningún inconveniente en la mudanza, llegamos a la bodega con nuestras cosas y las acomodamos de la mejor manera, íbamos a estar más apretados porque a pesar de que la bodega era grande la mayor parte de ella estaba ocupada por los refrigeradores y parte estaba siendo usada para almacenar mucha mercancía que no necesitaba refrigeración, pero a pesar de todo pudimos acomodar las cosas lo mejor posible, yo elegí acomodar mi colchón y mis cosas muy cerca de la puerta de entrada a la bodega por motivos de seguridad ya que desde ahí se podrían escuchar más claros los ruidos que vinieran del exterior, ese mismo día por la tarde salí a dar una vuelta por los alrededores, al principio quería ir solo pero no pude disuadir a sombra de acompañarme, salimos a la calle y empezamos a caminar en dirección contraria a la casa donde habíamos vivido hasta el día de ayer, caminamos por unas diez cuadras sin tener problemas, pero cuando ya estábamos bastante lejos de la bodega empezaron las vibraciones en el suelo nuevamente, varias cuadras más adelante alcance a percibir movimiento, algo se estaba moviendo lenta y pesadamente, estaba muy lejos como para apreciar que o quien era, eso sí alcance a percibir que era muy grande, sombra y yo nos fuimos acercando cuadra por cuadra tratando de pasar desapercibidos, cuando avanzamos unas tres cuadras más, ya pude identificar qué cosa era la que se estaba moviendo a la distancia, era nada más y nada menos que una especie de robot gigante que mediría cerca de los diez metros de altura, sus formas eran metálicas y la apariencia era de que era un cazador porque en una de sus grandes manazas traía una especie de red en la cual a la distancia me pareció que si lo que trataba de atrapar eran hombres fácilmente le cabían unos 15 o 20 hombres a la vez en esta red, cuando estuvimos aún más cerca de este ser me di cuenta que el tamaño era superior al que había calculado, era más o menos del tamaño de un edificio de unos 8 pisos o sea unos 20 metros de altura, los pasos que el ser daba eran como de unos 10 metros de distancia entre ellos, más allá de donde se encontraba el robot alcance a ver una especie de nave a la distancia sus medidas eran gigantescas le calcule unos 500 metros de circunferencia y una altura aproximada de unos 200 metros, en verdad que era gigantesca y esto no era nada comparado con las medidas de la nave nodriza de la cual provenían, de esto nos daríamos cuenta más adelante tanto el robot como la nave antes descrita, seguimos acercándonos a aquel ser, la idea era estar lo más cerca de el sin que pudiera detectarnos, fue algo difícil lograr que sombra no empezara a ladrar pero parecía que el noble animal entendía la situación y al igual que yo trataba de esconderse de aquel ser, lo máximo que nos pudimos acercar fue a 2 cuadras de distancia, en ese momento aquel ser metálico descubrió una de sus presas dentro de una casa en ruinas, era una mujer la cual al verse descubierta primero grito aterrada para después tratar de darse a la fuga corriendo pero con el tamaño de aquel cazador no alcanzo a correr ni una cuadra cuando con el brazo provisto de la red aquel ser la atrapo sin tener apenas dificultad para hacerlo, en ese momento me di cuenta que en la red ya traía otras 3 piezas logradas en esa caza, no alcance a ver si eran hombres o mujeres pero eso era lo de menos, el robot se dirigió a la nave, supuse que era para llevar a buen recaudo a los prisioneros con los que contaba en ese momento, le seguimos de cerca, al llegar a la que parecía ser la entrada de la nave, el robot subió a la rampa de entrada y como por arte de magia la puerta de la nave de empezó a abrir, la puerta por lo que pude apreciar era de dos hojas y estas se empezaron a deslizar hacia los lados para dar paso a tan formidable cazador, en la parte interna de la nave alcance a distinguir otros cazadores iguales al que iba entrando, de hecho al entrar este, salió otro con las mismas características físicas del primero, en el fondo de lo que alcance a ver de la nave había consolas de mando con palancas, botones, pantallas y luces por todos lados, la puerta empezó su cierre al parecer automático en cuanto el segundo ser dejo de pisar la rampa de entrada, sombra y yo nos empezamos a alejar del lugar tratando de seguir ocultos para este personaje, nos alejamos lo más rápido posible sin despertar sospechas para él, cuando estuvimos lo suficientemente lejos echamos a correr con rumbo hacia la bodega, llegamos agitados, cansados y sudorosos, nuestros compañeros al vernos llegar en esas condiciones se alarmaron un poco pero se empezaron a calmar cuando no vieron que nos persiguiera algo o alguien, más tarde ya relajados les platique la experiencia que habíamos tenido sombra y yo, se sorprendieron de lo cerca que habíamos estado tanto del ser metálico como de la nave, me empezaron a bombardear con preguntas las cuales no todas supe o pude responder, había muchas incógnitas acerca de que harían con los prisioneros que habían atrapado, para que los querían, que harían con ellos, después de dialogar un buen rato con mis compañeros decidimos que teníamos que lograr entrar en la nave para poder investigar y poder tener respuestas a las preguntas que no había podido responder a mis compañeros, sabíamos que era una misión difícil de llevar a cabo pero teníamos que intentarlo, en realidad ya no teníamos nada más que perder aquí en este lugar salvo la vida, pero estuvimos de acuerdo que al hacerlo tendríamos más claro que era lo que había pasado en este lugar y cuáles eran las intenciones de aquellos seres al haber venido a la tierra y que es lo que perseguían al hacerlo; era muy importante saber también que era lo que hacían con los prisioneros que habían estado atrapando, esto nos daría una pauta a seguir para poder hacer algo al respecto aunque parecía una misión imposible de lograr lo intentaríamos, todos teníamos una familia la cual no sabíamos dónde estaba, si había muerto, si la habían atrapado o si seguían medio viviendo como lo habíamos estado haciendo nosotros hasta el momento, era importante saber que había pasado en realidad para estar en estas condiciones, eran muchas las interrogantes que nos hacíamos todos los días sin poder responderlas, esta era la oportunidad de poder hacerlo, inmediatamente empezamos a planear la forma de poder entrar en esa nave lo antes posible, decidimos que seriamos Oscar y yo los que trataríamos de entrar en la nave en la siguiente oportunidad, esa noche casi nadie de nosotros pudimos dormir, creo que había sido por la preocupación, por la excitación o incluso por el temor de ser atrapados por los seres metálicos, llego el amanecer, nos levantamos, almorzamos con algo de prisa, preparamos Oscar y yo las cosas que íbamos a llevar en la misión, teníamos que estar preparados para salir de la bodega en cuanto empezáramos a sentir las vibraciones de los pasos del gigante metálico, esa sería la señal del inicio de la aquella misión imposible, paso la mañana, llego el medio día, paso y cuando ya era entrada la tarde como a las tres de la tarde, empezamos a sentir las vibraciones, Oscar y yo nos paramos como resortes de los lugares donde nos encontrábamos en ese momento, agarramos nuestras cosas que no eran otra cosa que  un bate de béisbol, un tubo metálico, un lazo y una lámpara de mano además de unas bolsas donde llevábamos un poco de comida, con estas precarias herramientas íbamos a hacerle frente al ser metálico para intentar burlar su vigilancia y colarnos a la nave, la idea era esa, colarnos a la nave por nosotros mismos, el plan B seria que si fracasábamos al tratar de colarnos a la nave sin ser vistos, lo haríamos como prisioneros del gigante metálico pero en ese caso sería más difícil completar la misión de investigación que habíamos planeado, ya que lo más seguro es que nos tuvieran privados de nuestra libertad, en fin ya veríamos lo que nos deparaba el destino.
Cuando avistamos al ser metálico este estaba a unas seis cuadras de distancia y la nave un tanto más lejos, nos fuimos aproximando poco a poco al lugar donde estaba el ser metálico, este ya tenía en la red a dos presas pero seguía buscando con mucho ímpetu a más víctimas que poder atrapar, paso un buen rato, durante este tiempo, escondidos nos dedicamos a estudiar la mejor manera de colarnos a la nave, después de un buen rato de estar estudiando al ser metálico, llegamos a la conclusión de que tendríamos que entrar a la nave al mismo por qué la rampa de la puerta de entrada reaccionaba seguramente al peso de aquel ser, estuvimos mirando detenidamente al ser metálico y nos dimos cuenta que en ambas extremidades inferiores más arriba de lo que eran los pies o los zapatos contaba con una especie de plataforma como a la altura de un metro en la cual fácilmente cabíamos Oscar y yo cada uno en una de las plataformas de los pies de este ser metálico, eso era lo que acordamos que haríamos en cuanto viéramos que este ser se encaminaba a la nave con intenciones de abordarla, no paso mucho tiempo para que este ser se encaminara hacia la nave, nos acercamos lo más que pudimos a él y cuando estaba ya por pisar la rampa de entrada de la puerta de la nave le dimos alcance y como pudimos nos subimos a las plataformas de sus pies, por suerte el ser no se dio cuenta de ello o por lo menos no dio señales de haberlo hecho, además la plataforma una vez que nos habíamos subido a ella podíamos caminar por ella como si de una escalera de caracol se tratase, esto nos ayudaría a tratar de pasar desapercibidos tanto para el ser metálico como para los demás ocupantes de la nave, nos acomodamos de la mejor manera posible en la plataforma Oscar y yo, en ese momento la puerta empezó su movimiento para abrir ambas hojas, el robot se quedó estático por unos segundos y nosotros nos imaginamos que nos habían descubierto, con el alma en un hilo esperamos estos segundos pero pasados diez segundos el robot inicio el camino hacia el interior de la nave, pasamos por un puesto de vigilancia donde había otros seres metálicos también pero de menor tamaño que los primeros, estos se encargaban de revisar a los seres humanos que el robot llevaba en su red, después de esto el robot siguió avanzando hacia otro gran salón donde saco de su red a los cautivos con los que contaba en esta ocasión, los recibieron otros seres pero estos me dieron la impresión de que no eran metálicos, los movimientos de los que estaban dotados no eran robotizados más bien eran movimientos muy parecidos a los de un ser humano, también la estatura era similar a la de los humanos entre un metro y medio y dos metros de estatura, los movimientos de sus cuerpos denotaban que poseían inteligencia propia y no artificial como la de los robots, además aunque traían cascos en sus cabezas y trajes dorados se alcanzaban a apreciar sus caras con grandes ojos negros y rasgados y también nos dimos cuenta que ellos hablaban y se comunicaban entre si con una lengua basada en sonidos pero nada que hasta ese momento conociéramos, en ese momento Oscar y yo aprovechamos para bajarnos de las plataformas de los pies del robot y nos escabullimos a un rincón solitario y oscuro desde donde podíamos seguir viendo e investigando sin exponernos a ser descubiertos o vistos, los últimos seres a los que habían entregado a los seres humanos atrapados iniciaron un avance hacia lo que parecía un gran salón con unas medidas enormes, Oscar y yo los seguimos a una distancia prudente, fácilmente le calcule unos cien metros de largo por lado en forma cuadrada y las paredes de este salón estaban llenas de una especie de capsulas de un metro por un metro de medida en las cuales metieron a cada uno de los prisioneros, también me di cuenta que la mayoría de estas capsulas ya contaban con huéspedes en su interior, Oscar y yo intercambiamos una mirada de incredulidad y sorpresa mientras nos escondíamos pegados a una de las paredes, una vez que aquellos seres hubieron dejado instalados en estas capsulas a los humanos regresaron sobre sus pasos, con nosotros detrás de ellos, llegamos hasta donde estaba la puerta de entrada y salida de la nave y nos dimos cuenta que la estaban cerrando y sellando, Oscar y yo nos dimos cuenta que la nave se iba a mover porque los seres dorados tomaron posiciones frente a los paneles de mando, donde había palancas, botones y luces al por mayor, Oscar y yo buscamos un lugar seguro donde poder anclarnos por si la nave despegaba, encontramos un salón contiguo al de los paneles de mando y tenía asientos con cinturones de seguridad, nos sentamos y aseguramos, la nave se empezó a mover, sentimos claramente cómo se despegó del piso y empezó a subir lentamente pero llegando a una altura como de quinientos metros, sentimos que la nave acelero de una manera tal que nos sentimos aplastados contra nuestros asientos, perdimos el aire de nuestros pulmones y casi nos desmayamos por la fuerza de la aceleración de la nave, pero pasados tan solo unos segundos ya estábamos entrando en la nave nodriza, la nave en la que viajábamos era de tamaño minúsculo comparada tan solo con la rampa y la puerta de entrada de esta última nave que al parecer era la nave nodriza, en esta puerta de entrada podían caber fácilmente unas cincuenta naves iguales a la que nos había traído al mismo tiempo, era como si comparáramos una ficha o corcho lata de refresco con el tamaño de un estadio de fútbol como el estadio azteca de México o el maracaná de Brasil, la nave en la que viajábamos se volvió transparente en su circunferencia, esto quiere decir que Oscar y yo podíamos ver lo que había más allá de la estructura de la nave, así que sin movernos de nuestros lugares pudimos darnos cuenta de que habían empezado a migrar de nave a todos los prisioneros que traía “nuestra” nave, los llevaron a un salón inmensamente más grande que en el que los traían, no alcance a calcular el tamaño total del salón solo les puedo decir que era como toda una gran ciudad, dentro en ese salón, había miles y miles de capsulas en sus paredes y la mayoría ya estaban ocupadas por prisioneros humanos, sinceramente me faltó tiempo para poder calcular la gran  cantidad de capsulas de las que constaba aquel gigantesco almacén de prisioneros humanos, quede como atontado por unos segundos al tratar de hacer el cálculo, era algo que nunca siquiera me había imaginado, después de un buen rato terminaron de acomodar a los prisioneros en sus respectivas capsulas, Oscar y yo no sabíamos que era lo que iba a pasar, no sabíamos si la nave en la que habíamos llegado a la nodriza iba a regresar a la tierra o se iba a quedar ahí, en el transcurso del tiempo que llevábamos en la nave nodriza, nos habíamos percatado que habían llegado muchas naves más, tantas que habíamos perdido la cuenta de cuantas habían llegado después que habíamos llegado nosotros, al parecer estaban esperando que llegaran el total de naves que estaban fuera de la gran nave para partir seguramente hacia el planeta del que provenían, todo esto lo estaba pensando yo, en seguida se lo hice saber a Oscar y este me dijo que él pensaba lo mismo y que le daba miedo lo que nos pudiera pasar, porque como era que íbamos a regresar si es que lo hacíamos, le dije, hermano nos debería dar igual si nos llevan a otro planeta, este planeta está agonizando o te gustaría seguir viviendo como lo hemos hecho a lo largo de estas últimas semanas después del holocausto? A mí me da lo mismo si nos llevan o nos quedamos aquí, yo creo que aquí ya no hay futuro y otra cosa por lo menos yo quiero recuperar a mis seres queridos y estoy seguro que los tienen aquí en algunas de esas capsulas que hemos visto en ambas naves, así pasamos toda la tarde y toda la noche o eso es lo que nos imaginamos Oscar y yo mientras seguían llegando naves y naves con prisioneros humanos a descargar en la nave grande, Oscar y yo nos la habíamos pasado escondidos en el lugar donde nos habíamos quedado desde que habíamos llegado a la gran nave, durante la noche nos las arreglamos para poder dormir un poco y en la mañana muy temprano comimos lo poco que nos quedaba de comida en las bolsas que llevábamos con nosotros y apenas lo hicimos a tiempo porque en seguida alcanzamos a ver que los seres dorados tenían una especie de junta donde nos imaginamos que estaban decidiendo que era lo que iban a hacer, o seguían haciendo estacionario con la gran nave y más viajes a la superficie del planeta tratando de cazar más prisioneros humanos o decidían partir hacia su planeta o a donde fuera y al parecer fue la segunda opción la que eligieron porque Oscar y yo los vimos dando y recibiendo ordenes al parecer para partir en unos minutos, Oscar y yo nos alistamos también para partir junto con aquellos seres dorados y los seres metálicos, echamos un vistazo a la parte de la nave donde estábamos y descubrimos en unos compartimientos unos trajes y unos cascos como de astronauta y pensamos que los podríamos necesitar si el viaje era largo y a la velocidad como la que habíamos sentido al subir a la nave nodriza, por seguridad y después de platicar breve-mente Oscar y yo decidimos ponernos los trajes y cascos de astronauta que estaban en los compartimientos, además eso nos serviría para tratar de pasar desapercibidos entre los extraterrestres, lo hicimos inmediatamente, abrimos los compartimientos, sacamos los trajes y cascos y nos los pusimos encima de la ropa que traíamos, así en caso de que fuera necesario que nos los quitáramos por alguna razón sería más fácil, quitárnoslos y correr o escapar, una vez que nos pusimos los trajes y cascos nos sentimos más seguros si alguna de aquellas criaturas nos descubría, no paso mucho tiempo en que todos aquellos seres tomaron posiciones seguras y Oscar y yo los imitamos asegurándonos en los asientos que había en el salón en el que nos encontrábamos, en unos segundos sentimos claramente que habían encendido los motores principales porque percibimos una vibración en toda la nave, era una vibración muy ligera pero la sentimos, casi en seguida percibí que la nave estaba empezando a girar en dirección contraria a las manecillas del reloj y la parte exterior empezó a girar en dirección de las manecillas del reloj, empecé a sentir un ligero calor y mareo en mi cuerpo y cabeza y repentinamente la nave empezó a moverse hacia arriba a una velocidad lenta y cuando estábamos a una distancia prudente del planeta esta acelero hacia adelante a una velocidad de vértigo para ese momento yo estaba tan mareado que no alcanzaba a ver claramente ni a Oscar que estaba como a dos metros de distancia, cuando me sentí aplastado contra el respaldo del asiento por la velocidad que alcanzo la nave creo que me desmaye porque solo vi oscuridad y percibí silencio alrededor mío y no supe nada más hasta que una luz muy potente me despertó, aún estaba recargado en el asiento, voltee en dirección a donde se encontraba Oscar que al parecer también acababa de despertar, la nave ya estaba estacionada y ya no había nadie de la tripulación, Oscar y yo nos despabilamos y nos pusimos de acuerdo para salir y explorar parte de la nave, rápidamente nos dirigimos al enorme salón donde habíamos visto que estaban las capsulas con todos los humanos que habían capturado, íbamos caminando de manera muy sigilosa por si había extraterrestres vigilando, llegamos al gran salón y empezamos a checar el interior de las capsulas, estas estaban divididas por genero ya que en las hileras de abajo había puros hombres, en las hileras de en medio había puras mujeres y en las hileras superiores había niñas y niños, todas las capsulas que alcanzamos a checar como en dos horas fueron donde estaban las mujeres con la esperanza de encontrar a nuestras respectivas esposas...nada, en esta ocasión no tuvimos suerte; íbamos a necesitar más tiempo para seguir revisando, tanto Oscar como yo estuvimos de acuerdo en que debíamos de tener cuidado aun cuando traíamos puestos los trajes de astronauta los extraterrestres podían detectarnos y si lo hacían íbamos a correr la misma suerte que todos los humanos que habían capturado, íbamos caminando rumbo a la sala en la que habíamos hecho el viaje cuando nos dimos cuenta de un grupo de los seres dorados iban caminando por otro corredor mientras iban hablando, lo interesante del asunto es que tanto Oscar como yo les entendimos lo que iban diciendo, al parecer con los cascos puestos estos tenían un traductor y lo que los seres decían sonaba ya traducido en nuestras cabezas, fantástico, iban hablando de un grupo de humanos que tenían separados en otro lugar con el cual iban a empezar a hacer pruebas, Oscar y yo decidimos seguirlos a una distancia prudente, puesto que no queríamos que nos descubrieran, así que tratamos de pasar desapercibidos, nos mantuvimos alejados del grupo pero lo suficientemente cerca para ver lo que iban a hacer, el grupo llego a un salón pequeño comparado con el otro gran salón donde estaban  las capsulas, en este salón pequeño también las había, le calcule que podía haber alrededor de unas doscientas y en ellas había tanto mujeres, hombres, niños y niñas, teníamos que encontrar la forma y el tiempo para revisarlas y así seguir buscando a nuestras esposas, era imperativo que supiéramos si ellas estaban a bordo en la nave, yo casi estaba seguro que así era, pero ya habría oportunidad de comprobarlo, más tarde Oscar y yo tuvimos la oportunidad de observar el exterior por una de las grandes ventanas que tenía la nave, fue un espectáculo alucinante, había unos edificios como de la película las mil y una noches, había muchas naves pequeñas como del tamaño de un auto terrestre que iban y venían de todos y a todos lados y circulaban por muchos niveles casi tantos como pisos tenían los edificios más altos, El cielo era de un limpio como no había visto jamás, totalmente transparente, seguramente el combustible que usaban aquellas naves personales no contaminaba en absoluto, eso sí era tener una conciencia absolutamente ambienta-lista, la ciencia, la cultura y la tecnología eran de primera, tanto Oscar como yo estuvimos de acuerdo en esas aseveraciones y en eso estábamos cuando escuchamos que se iba acercando un grupo de seres dorados, al parecer habían tomado una decisión de qué hacer con aquellos seres humanos que tenían almacenados aparte, Oscar y yo nos hicimos los disimulados para pasar desapercibidos y nos fuimos atrás de ellos guardando una distancia prudente, así nos pudimos enterar que ya iban a empezar a hacer las pruebas con ellos; para esto iban a tener que sacarlos de la nave nodriza y llevarlos a unas instalaciones que tenían para este propósito, nunca dijeron a qué tipo de pruebas iban a ser sometidos ni si estas eran peligrosas o no, Oscar y yo dos dispusimos a buscar la forma de irnos con ellos para ser testigos de las pruebas y también ir madurando un plan de rescate por si entre ellos estaban nuestros familiares.
Mientras llegaba la hora en que iban a hacer esa actividad Oscar y yo nos dispusimos a ocupar ese tiempo investigando como era que estaban distribuidos los prisioneros en las capsulas, fue así como nos dimos cuenta que como ya lo habíamos visto en la primera nave en la que nos colamos estaban aparte mujeres de hombres y de niños, esperamos a que no hubiera seres ni metálicos ni dorados en las cercanías y nos fuimos acercando al salón pequeño donde estaban las capsulas, Oscar y yo estuvimos de acuerdo en dividirnos y empezar la búsqueda desde diferentes lugares, él lo haría desde la derecha y yo empezaría por la izquierda, quiso el destino que por donde empecé yo eran capsulas donde había mujeres, en la primera capsula que revisé en seguida me di cuenta que las mujeres estaban desnudas y que las capsulas estaban llenas de un líquido parecido al aceite, era transparente e incoloro, los cuerpos estaban como suspendidos en el y como dormidos o en coma inducido, seguí revisando las capsulas una por una y cuando llevaba revisadas veinte de ellas, oh sorpresa encontré la capsula donde estaba suspendido el cuerpo de mi esposa, trate de abrir la capsula, le pegue pero en seguida me puse a pensar en que nos podían descubrir, me serene y me puse a pensar que es lo que podía hacer y llegue a la conclusión de que teníamos que elaborar un plan mejor diseñado para poder rescatarla y después buscar a nuestros hijos, corrí para avisarle a Oscar acerca del hallazgo, él también se puso contento, nos separamos un poco para poder trazar un plan de rescate de mi esposa, íbamos a tratar de rescatarla cuando hubiera menos tránsito de seres dorados en ese salón, en un tiempo en específico supusimos que estos seres se tendrían que ir a dormir o a descansar y era cuando íbamos a ir a intentar el rescate, pasaron algunas horas y cuando vimos que en el salón se apagaban las luces supusimos que los seres ya se iban a descansar, aun les dimos 30 minutos más y en seguida nos dirigimos al salón, aun con las luces apagadas teníamos buena visibilidad, nos dirigimos directamente a la capsula donde estaba ella, revisamos la capsula, tenía varios botones y una palanca; no sabíamos cómo era que se abría la capsula y tampoco como reanimarla a ella y sacarla de esa especie de sueño inducido, intentamos con todos los botones y la palanca pero la capsula permaneció sin abrirse, lo intentamos varias veces pero sin resultados positivos. Pasada una hora de intentos nos tuvimos que dar por vencidos sin poder abrir la capsula, nos retiramos a una sala contigua a tratar de descansar un poco, ya mañana veríamos que hacer, afortunadamente los asientos que había en esa sala se hacían reposet y pudimos descansar bastante bien, al otro día muy temprano nos despertó el movimiento de los seres dorados, al parecer iban a empezar a hacer las pruebas a los encapsulados, Oscar y yo nos mantuvimos a la expectativa, teníamos que lograr ir a donde fuera que se fueran a llevar las capsulas para aplicarle las pruebas a nuestros humanos, cuando nos dimos cuenta que para el primer traslado habían elegido las primeras 20 capsulas donde se encontraba la capsula donde estaba recluida mi esposa nos preparamos Oscar y yo para por lo menos seguirlos, asi lo hicimos, los seres dorados trajeron un vehículo que era como una plataforma para llevar las 20 capsulas a otro lado y Oscar y yo nos las ingeniamos para poder subir a bordo camuflados entre las capsulas, la plataforma se empezó a mover a otro salón de mayor tamaño en el que había un sinfín de máquinas, pantallas y aparatos, fueron sacando una a una a las mujeres y entre dos seres dorados las fueron sometiendo a diferentes pruebas en los tantos aparatos y maquinas, los resultados los iba anotando otro de los seres dorados en una especie de computadora o Tablet portable, después sabríamos que lo que realmente estaban haciendo con las mujeres era someterlas no a pruebas sino a tratamientos que las iban a curar de los males que tuvieran ya fueran padecimientos por la edad o enfermedades realmente graves, mi esposa por ejemplo padecía de Osteoartritis, una enfermedad de los huesos por falta de calcio y un padecimiento de los riñones y vejiga ocasionado por una bacteria, cuando le tocó el turno a mi esposa nos dimos cuenta que en realidad no estaban desnudas sino que traían puesto un traje de un material tan fino que se confundía con su piel, al pasar por las diferentes máquinas para los tratamientos no despertaban totalmente de aquel sueño inducido pero eran capaces de escuchar órdenes y obedecerlas, después al terminar de hacerles los tratamientos ya no las regresaron a las capsulas sino que las ponían en unas camillas con ruedas y las iban acomodando ordenadas en la misma sala, al parecer las iban a dejar allí en recuperación, en la primera oportunidad que tuvimos Oscar y yo nos bajamos de la plataforma y buscamos un lugar para poder escondernos y pasar desapercibidos y más tarde intentar rescatarla, nos acomodamos atrás de unas máquinas que no habían usado los seres dorados en los tratamientos, ahí estuvimos hasta que se hiso tarde y los seres dorados se fueron a descansar; tanto Oscar como yo dedujimos que ya era de noche aunque dentro de la nave era difícil saberlo por la gran cantidad de luces que estaban encendidas, mismas que se apagaron en cuanto ellos se fueron, dejamos pasar un tiempo prudente; después de media hora en que ya no hubo movimientos, tomando todas las precauciones nos fuimos acercando a la camilla donde descansaba mi esposa.
Estuvimos un buen rato tratando de despertarla o reanimarla sin resultados positivos, pero cerca de una hora después ella despertó por sí sola, supuse que era por una especie de anestesia que le habían aplicado cuando la sometieron a los tratamientos, cuando me vio estuvo a punto de gritar de gusto y sorpresa, pero alcance a taparle la boca, le hable al oído y trate de explicarle todo lo que había pasado desde que regresábamos de la fiesta, me miro entre sorprendida y excitada por contarme también ella todo lo que había pasado desde entonces, trate de calmarla y le dije que íbamos a rescatarla Oscar y yo, le dije que él también era un sobreviviente del holocausto que habíamos sufrido, me dijo que los visitantes los habían tratado muy bien, siempre de manera respetuosa y con amabilidad y que le ponían un casco y de esa manera les entendía todo lo que le decían, la habían alimentado y vestido desde entonces, además nos contó que ella sabía dónde tenían a nuestros hijos, ya que primero a ellos los habían encapsulado pero le habían dado el número de las capsulas y la ubicación, pero las explicaciones las deberíamos dejar para después, era urgente que la sacáramos de ahí, como pudimos le ayudamos a que bajara de la camilla y sigilosamente nos fuimos al salón donde habíamos estado la primera vez y de donde habíamos sacado los trajes espaciales, nos sentamos en los sillones con los que contaba el salón para descansar y continuamos platicando, mi esposa nos contó cómo habían pasado para ella los acontecimientos 

No hay comentarios:

Publicar un comentario